MEDIDAS URGENTES

Gobierno lanza plan urgente con ocho reformas para enfrentar la crisis carcelaria

El Ministerio del Interior y el Instituto Nacional de Rehabilitación anunciaron un paquete de ocho reformas prioritarias para aliviar el colapso carcelario. Se enfocan en obras, tecnología, alimentación y reinserción. Carlos Negro respaldó la iniciativa y pidió acuerdos políticos duraderos.

Con el respaldo del nuevo ministro del Interior, Carlos Negro, el gobierno puso en marcha un paquete de ocho reformas urgentes para encarar la crítica situación del sistema penitenciario uruguayo. La directora del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), Ana Juanche, fue la encargada de detallar las medidas en conferencia de prensa, subrayando que se trata de “acciones básicas pero imprescindibles” que se aplicarán de forma inmediata.

El plan contempla la reestructuración de módulos con alto nivel de hacinamiento —especialmente los módulos 3, 4, 10 y 11— mediante un relevamiento intensivo y la disposición de traslados que permitan mejorar las condiciones de habitabilidad para los reclusos y laborales para el personal. En paralelo, se incorporarán cerca de 600 nuevos funcionarios al sistema penitenciario, incluyendo policías, operadores y técnicos, a través de concursos acelerados y el llenado de vacantes.

Una de las innovaciones clave será la descentralización de la gestión alimentaria, con la creación de centros de elaboración y logística que apuntan a una administración más eficiente y humanizada. Además, se invertirán recursos en la reconstrucción de los salones de visita para fortalecer los vínculos familiares, un punto considerado central en el proceso de rehabilitación.

En el plano educativo y laboral, se construirán nuevas salas programáticas para el desarrollo de talleres, estudios y actividades de inserción. A su vez, se implementará un “shock tecnológico” que incluirá cámaras de vigilancia, nuevas consolas y cableado en los módulos más críticos.

Otro eje del plan apunta a mejorar la comunicación entre los centros de reclusión y las familias de los internos, con nuevos canales que agilicen el contacto y reduzcan los trámites burocráticos.

El ministro Carlos Negro, en su primera aparición parlamentaria tras asumir el cargo, respaldó el anuncio del INR y planteó la necesidad de un consenso político amplio. “Podemos hablar de 30 años de fracaso estrepitoso y continuado. La situación del sistema carcelario no se resuelve solo con medidas urgentes, necesitamos un acuerdo de fondo que permita cambiar el modelo”, afirmó ante la Comisión de Seguimiento del Sistema Carcelario.

Las autoridades sostienen que este es apenas un punto de partida hacia una transformación más profunda del sistema penitenciario. “El que las hace, las paga”, sentenció Negro, reafirmando una línea dura contra el delito, pero también reconociendo la necesidad de atender la dimensión humana del encarcelamiento.