RECLAMOS
Vecina de Punta del Este denuncia ruidos excesivos durante la noche, falta de controles y la inacción de las autoridades.
En una entrevista con La Mañana en Cadena, Lala Stewart manifestó su descontento por la situación que se genera todas las noches en la rambla frente al puerto: "Se han vuelto una tortura; no se puede descansar", expresó en nombre de otros vecinos y turistas afectados.
La vecina dijo: “Las noches acá son terribles. Uno viene a descansar y lo que menos podés hacer es eso. Vienen los autos, abren las valijas, y no para la música. Te tiemblan los vidrios del apartamento, no podés dormir”.
La entrevistada relató las medidas desesperadas que ha tenido que tomar: “Yo he bajado en camisón, cruzado la Rambla y pedido que por favor bajen la música. Es como si nada. Después vienen las motos con escape libre, los autos con escape libre. Es una tortura realmente".
Sin respuesta de las autoridades
La denunciante también criticó duramente la falta de acción por parte de las instituciones encargadas de mantener el orden.
“Vas a la seccional, a la Prefectura, y se tiran la pelota. Mi marido ha ido mil veces, y no pasa nada. Los chicos siguen con el volumen a todo lo que da, como si nada. No entiendo cómo Antía vende esto como turismo", afirmó.
.El Uruguay Natural tendría que cuidar más a la gente, sobre todo a los extranjeros. Ahora estoy ahí, sintiéndome extranjera, y me da vergüenza porque la gente no lo puede creer: no poder dormir", agregó.
Además, destacó que este problema no es nuevo. “Hace 40 años que mi familia tiene este apartamento, pero desde hace 20 la situación es cada vez peor",
"Tendrían que buscar un lugar para los jóvenes donde puedan hacer sus fiestas, gritar, correr picadas; pero no en la Rambla, en un lugar donde uno quiere tranquilidad”, sostuvo.
Un problema sin solución a la vista
A pesar de los constantes reclamos, Stewart señaló que las autoridades no toman medidas. “Los porteros llaman todas las noches, yo he juntado firmas, hemos hecho de todo, pero no hay respuesta.
"No sé qué tenemos que hacer. Es como si nadie nos escuchara. Las motos y los autos con parlantes compiten entre sí, es insoportable. No sé cómo las autoridades no ponen límites”, añadió.
Para finalizar, hizo un llamado claro: “No pedimos que no se diviertan ni que no escuchen música, pero que lo hagan en un volumen aceptable para que podamos descansar".
"Esto no es una música normal, son unos parlantes que parecen boliches ambulantes. Es una lástima lo que están haciendo con Punta del Este, van a perder mucho turismo porque la gente no puede más”; advirtió.