SABOR IDENTIDARIO
Piriápolis: Busca convertirse en la Capital Nacional de la Paella.
El senador Eduardo Antonini presentó un proyecto de ley que propone reconocer oficialmente a Piriápolis como la Capital Nacional de la Paella. La iniciativa rescata el valor simbólico, cultural y turístico de un plato que ya es parte de la identidad del balneario.
Cada verano, cuando la brisa del mar comienza a anunciar la llegada de los turistas, Piriápolis vibra con el aroma, el fuego y la ceremonia de su ya tradicional Paella Gigante.
No es solo un plato, es un ritual que reúne vecinos, visitantes, cocineros y memorias en torno a la gastronomía, la identidad y la comunidad.
Este fuerte arraigo es lo que motivó al Senador del Frente Amplio Eduardo Antonini a presentar un proyecto de ley que busca declarar a Piriápolis como Capital Nacional de la Paella, reconociendo el rol histórico, social y cultural que este plato ha ganado en la ciudad.
“La paella ha sido mucho más que una receta: es un punto de encuentro. Desde los años ’90, con la realización de la Paella Gigante, este evento marca simbólicamente el comienzo de la temporada turística”, explica Antonini en su exposición de motivos.
Pero la propuesta va más allá del folclore. Según el Legislador, la paella forma parte del ADN gastronómico del balneario.
Desde los primeros restaurantes que la ofrecieron como una novedad, hasta convertirse hoy en una carta de presentación turística, el plato ha sido adoptado por la ciudad como emblema propio.
“La paella integra entorno natural, comunidad, espacio público y recursos gastronómicos locales. Es una fusión que distingue a Piriápolis entre otros destinos del país”, destaca Antonini, subrayando su potencial estratégico.
En un momento donde los destinos turísticos deben competir no solo por belleza natural, sino por autenticidad, el reconocimiento legal de esta tradición podría traducirse en una oportunidad real para fortalecer la economía local y proyectar aún más a Piriápolis en el mapa del turismo nacional e internacional.
Con esta iniciativa, Antonini no solo impulsa un proyecto parlamentario, sino también un reconocimiento colectivo, la paella, en Piriápolis, es mucho más que un plato típico.
Es una celebración del encuentro, del sabor y de una identidad que se cocina a fuego lento, pero con orgullo.