RUTA 12

Inseguridad en Laguna del Sauce: robos y vandalismo desatan la alarma entre los vecinos de Ruta 12

Vecinos de Laguna del Sauce, en los alrededores de Ruta 12, denuncian una ola de robos e ingresos a propiedades. Los delincuentes actúan durante la madrugada, dejando marcas de vandalismo y afectando la tranquilidad de la comunidad rural. Los habitantes reclaman mayor seguridad y patrullajes para frenar la creciente inseguridad.

En uno de los incidentes más recientes, delincuentes ingresaron a un galpón, donde quemaron mosquiteros para forzar las ventanas y accedieron al interior sin ser detectados. Según relató el encargado del lugar a Cadena del Mar, los intrusos sustrajeron alimentos almacenados en un freezer, incluyendo un cajón con carne, pizzas y masa lista para pan y pizzas.

"Es increíble lo sigilosos que son los chorros", comentó el encargado. Relató que el dueño de la propiedad, una persona que trabaja para el extranjero, estaba en la vivienda al momento del robo. "Cerca de las 04:30 horas escuchó un ruido. Fue hasta el dormitorio y encontró una camisa caída de una percha, pero no le dio importancia. Recién al amanecer vio que la ventana estaba forzada, los mosquiteros quemados desde afuera y las huellas de calzado por todo el lugar", explicó.

El robo es uno de varios reportados en la zona. Según los vecinos, los delitos se repiten en caminos rurales entre Ruta 12, Las Cumbres y áreas cercanas a la Ruta Interbalnearia y Ruta 9.

La preocupación llevó a los vecinos a crear un grupo de WhatsApp donde comparten información sobre los incidentes y las actitudes sospechosas que detectan en los alrededores. "Se ven vehículos y personas moviéndose a altas horas de la noche, pero nadie los controla o identifica", denunció un residente.

Los habitantes exigen mayor presencia policial y patrullajes más frecuentes en la zona para evitar nuevos hechos delictivos. "Nos sentimos desprotegidos, necesitamos que las autoridades actúen antes de que esto empeore", afirmó otro vecino.

Los constantes robos no solo generan pérdidas materiales, sino también una sensación de inseguridad que afecta la vida diaria de la comunidad. La falta de controles en las zonas rurales, sumada a la vulnerabilidad de las propiedades, agrava la situación, según señalan. 

Mientras tanto, los vecinos continúan organizándose y esperan una respuesta concreta de las autoridades. La incertidumbre y el miedo al próximo ataque se han convertido en una constante para quienes viven en estas áreas.