KISS CAM
Un beso, una cámara y un escándalo: CEO de empresa internacional envuelto en presunta infidelidad durante concierto de Coldplay.
Andy Byron, director ejecutivo de la firma tecnológica Astronomer, fue captado abrazando a su colega Kristin Cabot durante un concierto en Boston. El video, amplificado por la famosa “kiss cam”, generó revuelo en redes sociales tras revelarse que ambos están casados con otras personas y estaban "muy juntos" disfrutando las melodías de Coldplay.
Lo que prometía ser una noche inolvidable para los fanáticos de Coldplay en el Gillette Stadium de Boston, terminó convirtiéndose en un inesperado escándalo de oficina.
En medio del show de la banda británica, la tradicional “kiss cam” enfocó a una pareja que, lejos de reír con la situación, reaccionó con evidente incomodidad: él se cubrió el rostro, ella miró a otro lado.
Lo que no sabían es que el momento ya se estaba viralizando.
La pareja en cuestión resultó ser Andy Byron, CEO de Astronomer, una empresa tecnológica especializada en datos y análisis astronómicos, y Kristin Cabot, Directora de Recursos Humanos de la misma compañía.
Las redes sociales no tardaron en identificarlos y en escarbar en sus perfiles: ambos están casados con otras personas.
En cuestión de horas, el clip se esparció por TikTok y X (antes Twitter), donde usuarios acusaron a Byron de infidelidad.
La reacción poco espontánea de ambos al saberse en pantalla fue tomada por muchos como una “señal de culpa”.
A la escena se sumó un inesperado comentarista: el propio Chris Martin, líder de Coldplay, quien bromeó desde el escenario al decir: “Oh, miren a estos dos, o están teniendo una aventura, o son muy tímidos”.
El público estalló en carcajadas, sin saber que el comentario encendería más aún la polémica.
Astronomer, con sede en Cincinnati, Ohio, ha ganado notoriedad en los últimos años como uno de los actores clave en el procesamiento de datos en tiempo real, y se estima que su valuación supera los mil millones de dólares.
Andy Byron asumió como CEO en julio de 2023, mientras que Cabot fue incorporada como Directora de Recursos Humanos nueve meses atrás, según sus perfiles de LinkedIn.
Desde entonces, ni la empresa ni sus protagonistas han hecho declaraciones oficiales.
Sin embargo, el episodio ha abierto debates en redes sobre los límites entre lo privado y lo público, especialmente cuando se trata de figuras corporativas de alto perfil.
Comentarios como “Lo siento por la esposa, pero me alegra que lo estén exponiendo y avergonzando” reflejan el juicio de internet cuando una indiscreción queda al descubierto bajo los reflectores o frente a la kiss cam en un estadio lleno.
Lo que ocurrió en Boston recuerda que en la era digital, ningún momento -ni siquiera uno en apariencia romántico-, escapa a la lupa de las redes.
Y a veces, un concierto puede convertirse en el peor escenario para un secreto mal guardado.