salud mental
Psic. Rubén Gonzalez: "Las fiestas son un paréntesis, un momento para reencontrarse. Es mejor no recordar rencillas ni sacar resentimientos".
Este martes, en su habitual columna de los martes en "La Mañana en Cadena", el psicólogo Rubén González compartió una reflexión profunda y necesaria sobre el clima emocional de las fiestas de Navidad y Nochebuena. En un diálogo ameno, abordó las tensiones familiares, la importancia de la predisposición personal y el valor de los vínculos por encima de las rencillas cotidianas.
Con el humor que lo caracteriza, Rubén González analizó por qué estas fechas suelen ser un "arma de doble filo" para la salud mental y cómo podemos "programarnos" para que el encuentro sea un espacio de disfrute y no de conflicto.
El psicólogo destacó que muchas veces la resistencia a asistir a las reuniones familiares es alta, pero que, una vez allí, la experiencia suele ser positiva: "Hay gente a la que hay que darle un empujoncito. A veces cuesta arrancar, sobre todo si venís cansado o desganado, pero después que estás ahí, te sentís feliz y disfrutás. Hay que respetar los procesos internos, pero valorar el encuentro", explicó.
Uno de los consejos más enfáticos de González fue evitar transformar la cena navideña en un tribunal de justicia familiar.
No es el momento: "Las fiestas no son para charlas profundas ni para sacar resentimientos o rencillas pasadas. Si generás una discusión en una fiesta, te la acordás para el resto de tu vida", advirtió.
La trampa del alcohol: El profesional recordó que el consumo de alcohol suele desinhibir y facilitar que se digan cosas de las que luego nos arrepentimos, empañando el clima festivo.
Para González, la clave reside en la autobservación. Propuso que, antes de salir de casa, cada uno haga un ejercicio de introspección:
"Uno tiene que tratar de predisponerse con buena voluntad. Si sabés que sos impulsivo o 'calentón', programate: 'Hoy voy a tratar de no engancharme en ninguna ironía'. No asegura el éxito total, pero te condiciona a favor porque ya te viste a vos mismo en el espejo".
Ante el mensaje de un oyente que cuestionaba por qué juntarse en Navidad si el resto del año hay ausencia, el psicólogo ofreció una perspectiva diferente: "No siempre es hipocresía. Vivimos en una cultura acelerada y narcisista que nos absorbe".
Las fiestas son un paréntesis, un momento para hacer una pausa en ese trajín vertiginoso y reencontrarse. No hay que envenenarse con la interpretación de las cosas; es mejor valorar el presente".
Reflexión final: Proteger el vínculo
Para cerrar, Rubén González dejó un mensaje conciliador de cara al 24 de diciembre: "El 99% de las discusiones cotidianas no valen la pena. Actuamos por calentura y nos olvidamos de lo chiquito que es el conflicto frente al valor de la persona que tenemos enfrente".
"Hoy estamos y mañana no sabemos; hay que aprender a vivir a pesar de las cosillas del pasado y fortalecer los vínculos", concluyó.