FEMINISMOS

Stephanie Shirley: La visionaria que desafió el sexismo en tecnología

En un mundo donde la igualdad de género lucha por encontrar su lugar en el ámbito tecnológico, la historia de Dame Stephanie "Steve" Shirley emerge como un faro de inspiración y desafío a las convenciones.

En las décadas de 1950 y 1960, Shirley se vio forzada a adoptar un seudónimo masculino para sortear los prejuicios sexistas que imperaban en el sector tecnológico.

Su audacia y visión la llevaron a fundar una empresa de software innovadora, que no solo revolucionó el trabajo remoto sino que también creó oportunidades sin precedentes para las mujeres en tecnología.

Nacida en Alemania y llegada al Reino Unido como refugiada infantil, Stephanie Shirley se enfrentó desde temprano a los desafíos de un mundo dominado por hombres.

La discriminación no detuvo su impulso; bajo el nombre de "Steve", logró que su correspondencia empresarial fuera tomada en serio, allanando el camino para su empresa pionera en software.

Esta empresa no solo se destacó por su vanguardia tecnológica sino también por su compromiso social, ofreciendo empleo exclusivamente a mujeres, muchas de ellas madres trabajadoras que desempeñaban sus labores desde casa.

La visión de Shirley sobre el trabajo a distancia, en una época donde tal concepto era prácticamente inexistente, demostró ser revolucionaria.

Facilitó una flexibilidad laboral que permitió a muchas mujeres equilibrar su vida profesional y personal, una práctica que hoy en día es ampliamente valorada y promovida en diversas industrias.


Con el tiempo, el éxito de su empresa fue incontestable, convirtiendo a Shirley en una de las figuras más influyentes y adineradas en el mundo de la tecnología, con una fortuna valorada en casi 3 mil millones de dólares.

Su legado trasciende lo económico; como filántropa, Shirley ha donado la mayor parte de su riqueza a causas benéficas, enfocándose en proyectos de tecnología e investigación médica.

En reconocimiento a su contribución monumental al campo de la tecnología y a la lucha por la igualdad de género en el ámbito laboral, Stephanie Shirley fue nombrada Dama en el año 2000 y, siete años después, recibió la "Orden de los Compañeros de Honor".

Su vida es un testimonio del poder del ingenio humano frente a la adversidad, y su historia continúa inspirando a generaciones de mujeres a perseguir sus pasiones en ciencia y tecnología, desafiando las barreras y transformando el mundo.