Naturaleza

El milagro de Francisco: el elefante marino que une a toda una comunidad.

Autoridades y voluntarios trabajan juntos para proteger a la madre y su cría, en un suceso sin precedentes en las costas uruguayas.

Una hembra de elefante marino del sur (Mirounga leonina) dio a luz recientemente en la playa de Piriápolis, marcando un hecho inédito en Uruguay y despertando gran interés entre científicos, ambientalistas y turistas.

El nacimiento ha movilizado a distintas instituciones, entre ellas el Ministerio de Ambiente, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (a través de DINARA), la Intendencia de Maldonado y la organización SOS Fauna Marina. Juntas coordinaron un plan de protección para asegurar la supervivencia de la madre y su cría, con apoyo de decenas de voluntarios locales

Richard Tesore, referente de SOS Fauna Marina, entrevistado por Cadena del Mar explicó que se ha delimitado una zona de más de 300 metros de costa -y una franja marina equivalente- completamente cercada para evitar el ingreso de personas, embarcaciones o mascotas.

“Cercamos todo para no tener acceso ni de personas ni, sobre todo, de perros”, indicó Tesore, quien destacó que la medida busca garantizar la tranquilidad de los animales durante el período de lactancia.

El espacio se mantiene bajo vigilancia constante, y los voluntarios cumplen un rol clave para mantener a la distancia a curiosos y asegurar que se respeten las indicaciones de las autoridades.

La madre transfiere alrededor de cinco kilos de grasa por día a su cría, lo que permite un crecimiento acelerado de hasta cinco kilos diarios. Este proceso biológico -único y fundamental para la supervivencia del cachorro- no puede ser replicado artificialmente.

Según los especialistas, la lactancia durará unos diez días más, tras lo cual la madre volverá al mar a alimentarse, mientras la cría permanecerá en la costa varias semanas más antes de iniciar su vida independiente.

La Intendencia de Maldonado calificó el nacimiento como “un hecho inusual”, dado que los elefantes marinos suelen reproducirse en islas alejadas y no en playas urbanas. Por ese motivo, se lanzó una campaña de sensibilización dirigida a vecinos y visitantes, con recomendaciones como no acercarse al cerco, evitar los drones y mantener a las mascotas lejos del área.

“Se ha generado toda una movida con muchísimos voluntarios, porque si no sería imposible. También es una forma de involucrar a la gente en la protección de nuestra fauna marina.”

Este acontecimiento no solo es una buena noticia ambiental, sino también una lección de respeto y cuidado hacia las especies que comparten nuestras costas. La llegada de esta cría de elefante marino a Piriápolis quedará registrada como un hito en la historia de la conservación marina en Uruguay.