MEDIDAS EXTREMAS

Conflicto en Conaprole: trabajadores mantienen las medidas y tamberos tiran leche por falta de retiro

El enfrentamiento entre la empresa láctea Conaprole y su sindicato recrudece tras el rechazo de una propuesta empresarial. Las medidas gremiales afectan el retiro de leche en tambos del interior, generando derrames. Crecen las críticas desde la oposición al gobierno por su pasividad ante la crisis.

La tensión entre la empresa Conaprole y sus trabajadores alcanzó un nuevo pico esta semana, luego de que la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole (AOEC) rechazara la última propuesta presentada en el marco de las negociaciones tripartitas. Como respuesta, el gremio profundizó las medidas de fuerza, incluyendo trabajo a reglamento, paros de dos horas por turno y adhesión a una movilización más amplia convocada por la Confederación de Sindicatos Industriales (CSI).

Mientras tanto, en varios tambos del interior, los productores se enfrentan a un problema concreto: la leche no es retirada a tiempo por la cooperativa, lo que ha derivado en el desborde de tanques y el descarte de miles de litros del producto. Imágenes difundidas por el exdirector de la Granja del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Nicolás Chiesa, muestran leche derramada, presuntamente en el departamento de Florida. “Es un acto que duele, que indigna y que debería estremecer a cualquier gobierno con sensibilidad social”, escribió el dirigente del Partido Colorado en sus redes.

Chiesa fue más allá y responsabilizó al gobierno por su inacción. “Mientras en Uruguay se tira leche por falta de respuestas, hay quienes prefieren viajar que gestionar”, disparó, en alusión a la administración encabezada por el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, actual precandidato del Frente Amplio. “A los tamberos no les falta compromiso, les falta respaldo”, agregó.

También desde el Partido Nacional, el senador Sebastián Da Silva replicó el video y sumó su crítica: “¿El gobierno dónde está?”. La polémica política escala mientras los efectos económicos del conflicto empiezan a hacerse visibles en el interior del país.

El origen de la disputa se remonta a la decisión de Conaprole de cerrar su planta en Rivera, bajo el argumento de una caída en las ventas y una creciente pérdida de rentabilidad. Sin embargo, desde la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) aseguran que las pérdidas proyectadas recién se materializarían en dos o tres años, y advierten por la pérdida de unos 40 puestos de trabajo directos.

En este contexto, las negociaciones entre las partes habían mostrado avances, pero el gremio consideró “inadmisible” la última propuesta empresarial. Según AOEC, los términos ofrecidos “no aplican a la realidad” de Rivera y resultan “abusivos”. Ante la falta de avances concretos, anunciaron que las medidas de paro continuarán en los próximos días, mientras crecen los reclamos por una mesa sectorial que permita una solución integral.