CONTROVERSIA
Profesor Pablo Romero: "Convertir a los estudiantes en una combinación numérica biométrica no soluciona la inasistencia, pero sí rompe la confianza con la institución”.
El profesor Pablo Romero, referente educativo, quien a través de una publicación en redes sociales, dio a conocer el plan piloto que ANEP pretendía implementar en septiembre, participó este miércoles en "La Mañana en Cadena" para denunciar lo que calificó como un "proceso opaco, ilegítimo y contraproducente".
Pablo Romero, conversó con Cadena del Mar sobre la polémica situación que él mismo puso en conocimiento a través de su cuenta de X: “Lo supe por una colega. Y lo más preocupante es que una de las consejeras docentes del Consejo Directivo Central (CODICEN) también se enteró por mí", señaló.
"Esto marca el nivel de opacidad con el que se manejó la decisión, incluso con quienes representan a los docentes en la gobernanza de la educación”, afirmó Romero.
El profesor cuestionó la falta de transparencia sobre la empresa adjudicada para implementar el sistema. “No hay una resolución pública, no sabemos en qué condiciones se hizo la adjudicación. Hace poco hubo un escándalo con la UTU por un caso similar. ¿Por qué repetir errores?”.
Romero destacó los riesgos para la privacidad de los menores, en un contexto donde la Ley 18.331 de protección de datos exige el consentimiento de los padres: “Estamos hablando de datos biométricos de menores. En Francia, Suecia y Estados Unidos, sistemas similares fueron declarados ilegales por tribunales. ¿Por qué Uruguay va a avanzar en lo que otros países retrocedieron?”
Para Romero, el sistema es innecesario y contraproducente: “Ya tenemos un sistema digital de pasaje de lista que funciona. Los adscriptos y docentes sabemos quién falta y por qué.
"Convertir a los estudiantes en una ‘combinación numérica biométrica’ no soluciona la inasistencia, pero sí rompe la confianza con la institución”, apuntó el docente.
El profesor también advirtió sobre los problemas colaterales: “Ya circulan discursos de que esto sirve para controlar a los docentes ausentes, cuando los datos oficiales no respaldan esa acusación. Esto instala la desconfianza en toda la comunidad educativa”.
"El problema de la inasistencia es social, económico, cultural. La solución no es tecnológica, es humana”, concluyó.