Naturaleza

Alerta en Maldonado: Organización advierte sobre límites en rescate animal tras hallazgo de comadrejas abandonadas.

Alternatus Uruguay denunció la falta de coordinación y recursos para atender casos de fauna silvestre, luego de que dejaran cinco crías frente a su sede en Piriápolis.

El colectivo Alternatus Uruguay emitió una llamada urgente de auxilio público luego de que se le abandonaran cinco crías de comadreja (Didelphis albiventris) frente a su sede, ubicada en Piriápolis. La llegada del caso dejó en evidencia las graves restricciones con que operan las organizaciones dedicadas al rescate animal.

Según relatan desde Alternatus, una caja fue dejada directamente bajo el sol frente al reptilario. Al abrirla hallaron a los mamíferos lactantes, de los cuales uno no sobrevivió al llegar. La organización, que prioriza rescates coordinados y especializados, aclaró que nunca se comprometieron a recibir este tipo de casos sin aviso previo.

El rescate de crías inocentes implica requisitos considerables: alimentación frecuente, calor artificial, atención veterinaria, personal capacitado y recursos económicos. “No es algo que podamos asumir sin una logística adecuada”, señalaron los responsables. A juicio de Alternatus, existe una confusión generalizada entre sacar a un ejemplar adulto atrapado y hacerse cargo de ejemplares neonatos abandonados.

En sus redes sociales denunciaron que muchas solicitudes llegan sin fundamento técnico o previo contacto. En uno de los casos, al contactar a quien dejó a los animales, la respuesta fue de enojo, negándose a colaborar. “Estos casos se coordinan, no pueden dejarse así”, remarcó la cofundadora Irasema Bizais.

Ante este panorama, Alternatus hizo un exhorto público a la población: no entregar animales sin comunicación previa ni dejar crías en zonas públicas. Y reivindicaron el rol del cuidador responsable, al tiempo que remarcaron que su capacidad de intervención tiene un límite: “Nos encantaría salvar a todos los animales, pero no podemos con todo”.

El episodio no solo pone en relieve el drama del abandono animal, sino también la carencia de infraestructura y recursos de las organizaciones rescatistas, cuya labor muchas veces depende de voluntarios y donaciones. El desafío de sostener estos rescates enfrenta constantes tensiones entre la voluntad ética y las posibilidades reales.