AVANCE
Hombre con diabetes tipo 1 produce insulina tras un trasplante de células editadas.
Un hombre de 42 años con diabetes tipo 1 genera insulina propia luego de un trasplante de células pancreáticas editadas genéticamente con CRISPR, sin necesidad de fármacos inmunosupresores, marcando un avance histórico en la medicina de trasplantes.
Un estudio conjunto de científicos de Suecia y Estados Unidos anunció un hito en el tratamiento de la diabetes tipo 1: un hombre de 42 años, con diabetes de larga data, produce insulina endógena tras un trasplante de células de islotes pancreáticos genéticamente modificadas usando la técnica CRISPR-Cas9.
Este procedimiento, descrito como una prueba de concepto, eliminó la necesidad de medicamentos inmunosupresores, que suelen tener efectos secundarios graves, al evitar el rechazo del sistema inmunitario.
La diabetes tipo 1, un trastorno autoinmune que afecta a 9.5 millones de personas en el mundo, ocurre cuando el sistema inmunitario destruye las células de los islotes pancreáticos que producen insulina.
El tratamiento estándar incluye inyecciones diarias de insulina y, en algunos casos, trasplantes de islotes donados, pero estos requieren fármacos para prevenir el rechazo.
En este caso, el equipo modificó tres puntos clave en el código genético de las células donadas, alterando proteínas señalizadoras en la membrana celular para que no fueran atacadas por los glóbulos blancos del paciente.
El hombre recibió una dosis inicial pequeña de estas células editadas, suficiente para producir insulina pero no para eliminar por completo su dependencia de inyecciones.
Cuatro meses después del trasplante, realizado en mayo de este año, las células siguen funcionando sin desencadenar una respuesta inmunitaria, un resultado confirmado tras 12 semanas de seguimiento.
Este éxito, publicado como un estudio preliminar, abre la puerta a ensayos más robustos y a largo plazo para optimizar la cantidad de células trasplantadas y, potencialmente, lograr una cura funcional sin medicación externa.
El avance, liderado por investigadores biomédicos, representa un paso hacia tratamientos personalizados y sostenibles para la diabetes tipo 1, una enfermedad sin cura actual.
Aunque el paciente aún requiere insulina suplementaria, la producción endógena marca un precedente para futuros trasplantes que podrían normalizar el metabolismo sin los riesgos de los inmunosupresores, sentando las bases para una revolución en la terapia de trasplantes.