ESPECTATIVA MUNDIAL

Delcy Rodríguez: las claves de su rol en una eventual transición en Venezuela.

Maduro habría condicionado su salida a que la vicepresidenta quede al frente de un gobierno interino, debido a su poder en la economía y su dupla estratégica con Jorge Rodríguez.

Delcy Rodríguez, vicepresidenta y actual ministra de Petróleo, es vista como una figura decisiva en la coalición que sostiene a Nicolás Maduro en el poder y un actor clave ante una eventual transición.

La importancia de su figura se hizo evidente en la supuesta conversación telefónica entre Maduro y Donald Trump, donde el mandatario venezolano habría condicionado su salida a que Rodríguez quedara al frente de un gobierno interino.

​La relevancia de Delcy Rodríguez se debe principalmente a su rol en el viraje económico del chavismo. Tras el colapso de 2019, ella impulsó reformas que incluyeron la derogación de facto de los controles y el traspaso de algunas empresas estatizadas al sector privado.

​Desde el Consejo Superior de Economía, bajo su control, tendió puentes con el empresariado y tejió una alianza con grupos económicos que han acumulado inmensas fortunas y son funcionales a la estrategia del gobierno.

​Es considerada la "capitana" de estos nuevos tejidos empresariales y la figura con mayor autoridad sobre ellos.

​Conocedores de las reformas la señalan como la articuladora de los pocos roles funcionales que conserva el chavismo, aportando capacidad técnica y pragmatismo.

​Los analistas concuerdan en que la razón principal por la cual Maduro consideraría a Delcy Rodríguez como posible sucesora reside en la dupla que forma con su hermano, Jorge Rodríguez, actual presidente del Parlamento.

​Delcy Rodríguez encarna la dimensión económica, garantizando la estabilidad y los intereses de los actores económicos vinculados al chavismo.

​Jorge Rodríguez concentra la estrategia política, siendo el principal negociador de Maduro ante la oposición y un operador clave en la cooptación de adversarios y la maquinaria electoral del PSUV.

​Juntos, los hermanos Rodríguez representarían un engranaje que podría garantizar al chavismo capacidad de maniobra y la retención de cuotas de poder en un futuro escenario de transición, asegurando cierta impunidad para la cúpula.