AVANCES TECNOLÓGICOS
Adiós al ritual de descalzarse: Estados Unidos elimina exigencia en los aeropuertos
Tras dos décadas de estrictos controles a raíz del intento de atentado del “shoe bomber”, las autoridades estadounidenses anuncian que los pasajeros podrán conservar el calzado al pasar por seguridad, gracias a los avances tecnológicos.
La tradicional escena de viajeros descalzos en las filas de control de seguridad en los aeropuertos de Estados Unidos, está llegando a su fin.
A partir de ahora, ya no tendrán que quitarse los zapatos para pasar por los escáneres, según informó la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA).
La medida fue anunciada en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington por la Secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, quien explicó que los cambios obedecen a la modernización de los sistemas de detección.
“En estos 20 años, nuestra tecnología de seguridad ha cambiado radicalmente. Ha evolucionado. La TSA ha cambiado. Ahora la seguridad se aborda desde una perspectiva gubernamental a varios niveles”, señaló Noem ante la prensa.
La obligación de descalzarse fue instaurada en el año 2006, en respuesta a un episodio ocurrido el 22 de diciembre de 2001, cuando el ciudadano británico Richard Reid intentó detonar explosivos ocultos en sus zapatillas durante un vuelo de American Airlines entre París y Miami.
El atentado fue frustrado a bordo por la tripulación y los pasajeros, pero el hecho encendió las alarmas sobre la seguridad aérea.
Reid, conocido desde entonces como el “shoe bomber”, se declaró culpable de cargos de terrorismo y cumple cadena perpetua en una prisión federal de máxima seguridad en Colorado.
Desde entonces, millones de viajeros se vieron obligados a quitarse el calzado en cada paso por los controles, generando largas filas y molestias.
Ahora, con sistemas más sofisticados capaces de detectar materiales peligrosos sin necesidad de que los pasajeros se descalcen, las autoridades consideran que el protocolo "puede relajarse sin poner en riesgo la seguridad".
El cambio busca agilizar el flujo de pasajeros y reducir el estrés asociado a los controles, en un contexto donde el número de viajeros sigue en aumento.
Noem enfatizó que, a pesar de la flexibilización, la seguridad sigue siendo la máxima prioridad.
“Podemos mantener altos estándares de protección y, al mismo tiempo, ofrecer una experiencia más cómoda para los ciudadanos”, concluyó la autoridad.
Se espera que la nueva política entre en vigor de manera progresiva en todos los aeropuertos del país del norte durante los próximos meses.