SALUD MENTAL
Uruguay no logra frenar el suicidio: 764 muertes en 2024 y un preocupante aumento de intentos. ¿Qué sucedió en Maldonado?
Con una de las tasas de suicidio más altas del mundo, el país enfrenta un repunte en los intentos de autoeliminación. Las cifras reveladas por el Ministerio de Salud Pública exponen una profunda crisis de salud mental, con fuerte impacto en varones adultos y mujeres jóvenes.
Uruguay mantiene su lugar entre los países con mayor tasa de suicidios a nivel global.
Según los últimos datos presentados por el Ministerio de Salud Pública (MSP) este jueves 17 de julio, Día Nacional de Prevención del Suicidio, en lo que va del año 2024 se quitaron la vida 764 personas, una más que en el año 2023.
La tasa se ubicó en 21,35 cada 100.000 habitantes, con un marcado predominio masculino: 33,3 en hombres y 10,1 en mujeres.
La brecha de género también se refleja en la composición de los casos: el 76% de las muertes por suicidio fueron de hombres.
Las franjas etarias más vulnerables son dos extremos generacionales: jóvenes de entre 20 y 34 años -con un pico absoluto en el grupo de 20 a 24 años, con 85 muertes- y adultos mayores de 80 años.
Incluso tres niños de entre 10 y 14 años se quitaron la vida, y 32 adolescentes entre 15 y 19 años hicieron lo mismo.
El método más utilizado fue el ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación (67,5%), seguido por el uso de armas de fuego (17,1%) y el envenenamiento (5,2%).
A nivel geográfico, los departamentos con mayores tasas de suicidio por cada 100.000 habitantes fueron Treinta y Tres (39,6), Río Negro (35,5), Rocha (34,9) y Flores (34). Montevideo (17,8) y Maldonado (20) registraron los índices más bajos, aunque el MSP advirtió que las variaciones anuales pueden ser marcadas, especialmente en zonas con baja densidad poblacional.
Además del estancamiento en las cifras de suicidios consumados, preocupa el incremento en los intentos de autoeliminación (IAE), que ascendieron a 5.704 en lo que va de 2025, 910 más que el año anterior.
Esto representa una tasa de 159,42 por cada 100.000 habitantes.
A diferencia de las muertes, aquí las mujeres representan el 71% de los casos, con una tasa de 219,91 frente a 95,33 en los varones.
Los adolescentes son el grupo más afectado: en jóvenes de entre 15 y 19 años, la tasa de intentos supera los 700 cada 100.000 en mujeres, mientras que en varones ronda los 184.
La principal forma de intento es la ingesta de medicamentos (72%), seguida de ahorcamiento (10%) y autolesiones (8,9%).
Un dato alarmante del informe, es que más de la mitad de quienes intentaron suicidarse en el año 2024 ya lo habían hecho anteriormente, lo que refuerza la urgencia de fortalecer el seguimiento de los casos y el acceso sostenido a atención profesional.
Frente a este escenario, la Ministra de Salud Pública, Dra. Cristina Lustemberg, destacó la necesidad de reforzar la respuesta del sistema sanitario, especialmente en salud mental, donde solo en la red pública ASSE hay más de 30.000 personas en lista de espera.
Entre las acciones inmediatas, el MSP impulsará la campaña nacional “Vivir importa: hagamos red”, con foco en adolescentes y jóvenes, junto a iniciativas comunitarias.
También se promoverá la restricción de acceso a medios letales (como controles en puentes, altura de barandas o venta de fármacos), la capacitación del primer nivel de atención con nuevos cursos virtuales y la implementación de guías clínicas sobre ansiedad, depresión y conducta suicida.
Además, se proyecta la creación de un sistema nacional de vigilancia de conductas suicidas, con el objetivo de mejorar la calidad de los datos y diseñar políticas públicas basadas en evidencia.
Líneas de ayuda (disponibles 24/7 y gratuitas):
Línea Vida Prevención del Suicidio: 0800 0767 / *0767
Línea de Apoyo Emocional: 0800 1920
En un país donde hablar del suicidio sigue siendo un tabú, las cifras no dejan lugar a dudas: el desafío es urgente, profundo y requiere una red de contención más sólida que nunca.