"vulneración extrema"
Karina Núñez: "Hay una cultura de violación instalada; las trabajadoras sexuales temen denunciar por el estigma. Las víctimas siempre son las más jóvenes porque no tienen sistema de protección".
La representante de la Mesa de Derechos de Personas Trabajadoras Sexuales, Karina Núñez, expuso este miércoles en "La Mañana en Cadena" que muchas mujeres no denuncian por miedo al rechazo familiar y social. Afirmó que el sistema carece de personas formadas perspectiva de género, lo que provoca una falta de mirada humana en los casos de abuso, como el recientemente expuesto donde un hombre fue imputado por múltiples delitos sexuales.
Desde que se conoció el caso del hombre imputado por múltiples abusos en San Carlos, Karina Núñez, referente de la Mesa de Derechos de Personas Trabajadoras Sexuales, afirmó que recibieron más de 300 mensajes de compañeras.
A efectos de concientizar a la población, se organizó una jornada de acompañamiento para el 16 de diciembre en Maldonado, donde brindarán asesoramiento legal y psicológico.
En la entrevista se destacó el apoyo de la Fundación Capullos y del colectivo feminista de Piriápolis, que actuó rápidamente para sostener a las víctimas.

Cultura de violación y falta de capacitación
Núñez denunció una profunda "cultura de violación" en la sociedad: "Cuando una mujer va a denunciar, lo más probable es que le digan 'jódete por puta'".
Criticó la falta de formación en perspectiva de género en comisarías y fiscalías: "No podés comparecer ante un troglodita que no tiene consolidada una mirada de derechos humanos".
Además, señaló que en redes sociales abunda la violencia verbal contra quienes acusan hechos de abuso, acusándolas de mentir o buscar dinero.
Las más vulnerables son las más jóvenes
En el reciente caso del agresor a trabajadores sexuales, la entrevistada dijo que el modus operandi apuntaba a las mujeres más vulnerables: "A las que tienen más de 10-15 años no las buscan porque saben que se organizan rápido. Agarran a las que recién empiezan, que no tienen sistema de protección ni conocen sus derechos".
Trabajo deshumanizado y fallas del sistema
Relató casos extremos de negligencia: una víctima tuvo que mantenerse 16 horas con las piernas apretadas para conservar la muestra de semen porque no había un técnico disponible ni móvil para trasladarla a Montevideo.
"Esto no es excepcional —afirmó—, es lo que pasa todos los días".
Aunque felicitó la celeridad de la Fiscalía en este caso, advirtió que aún hay "dinosaurios" en el sistema que actúan como si viviéramos "en la época de las cavernas".
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