Herido en servicio
El policía herido en el clásico sigue en CTI: detrás del uniforme, una vida en pausa.
Tiene 47 años, es padre, compañero de muchos en la fuerza y está hoy internado en cuidados intensivos tras ser alcanzado por una bengala en el clásico. Mientras se investiga lo ocurrido, su familia espera respuestas, y el país entero vuelve a enfrentarse a una pregunta incómoda: ¿vale todo por un partido?
Entre los tantos hechos lamentables, uno impactó de forma directa y brutal: un funcionario policial de 47 años fue alcanzado por una bengala mientras cumplía funciones de seguridad en el Estadio Centenario.
El proyectil pirotécnico, lanzado desde la tribuna Colombes, impactó en su zona genital.
Fue trasladado de urgencia al Hospital Policial, donde fue intervenido quirúrgicamente y permanece internado en cuidados intensivos, estable, pero con pronóstico reservado.
No es solo un número, ni un dato operativo. Es un hombre que fue a trabajar y terminó peleando por su salud.
Es alguien que salió de su casa con uniforme, quizás con un beso apurado de sus hijos, sin saber que ese domingo iba a cambiarle la vida.
Su historia ha quedado opacada por los resultados del partido, el operativo, los comunicados oficiales y la eterna discusión sobre la seguridad en el fútbol. Pero mientras se cuentan detenidos o estadísticas, hay una familia que espera, que se angustia y que pide justicia.
El efectivo herido no fue al clásico como hincha. Fue como parte de un operativo que debería haberlo protegido, no puesto en peligro.