CLIMA
La doble cara del verano: el pronóstico de INUMET que divide al país.
Las tendencias para diciembre, enero y febrero prevén menos lluvias y temperaturas por encima de lo normal, una situación ideal para el turismo pero que profundizaría el déficit hídrico, siendo crítica para el agro.
El Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) ratificó la tendencia de dos fenómenos climáticos que coexistirán en el país durante los meses de verano (diciembre, enero y febrero), impactando de forma dual en sectores clave de la economía nacional.
El pronóstico climático a grandes rasgos indica que en gran parte del país se espera que el caudal de precipitaciones acumuladas sea inferior a lo normal para la época, y que al mismo tiempo las temperaturas se mantendrán en un umbral superior al esperado.
Según el análisis de Inumet, el país se divide en dos regiones respecto a las lluvias: en la mayor parte del territorio (exceptuando el sureste) se prevé que las precipitaciones estén dentro o por debajo de lo normal.
En la región sureste (que incluye Maldonado, Rocha y zonas aledañas) se esperan valores dentro de lo normal. En cuanto a las temperaturas, se prevé que el litoral oeste experimente valores por encima de lo normal, mientras que el resto del país se ubicará entre lo normal y por encima de lo normal.
La Niña impacta en el agro:
Adicionalmente, el instituto confirmó que están dadas las condiciones que configuran un evento La Niña, un enfriamiento anómalo de las aguas superficiales del océano Pacífico tropical. Este fenómeno meteorológico se asocia históricamente a déficits hídricos en Uruguay.
El meteorólogo José Serra advirtió que la llegada de La Niña, sumada al estiaje normal de enero y febrero, resultará en una "merma en las precipitaciones" que agravará el déficit hídrico existente en el país, especialmente en el sur, este y sureste. Si bien no se habla de una sequía extrema, el fenómeno se perfila como crítico para el sector agropecuario en el inicio de 2026.
En contraste, la combinación de menos lluvia y días más calurosos se presenta como un escenario altamente favorable para la industria del turismo, al asegurar un clima más estable para disfrutar de las playas y las actividades al aire libre durante la temporada alta.