España
Tragedia en Tenerife: cuatro muertos y un desaparecido por una ola gigante en Isla Cangrejo.
Cuatro personas murieron y otra permanece desaparecida en Tenerife después de que una ola de gran tamaño irrumpiera en la piscina natural de Isla Cangrejo, clausurada por fuerte oleaje. El golpe de mar arrastró a varios bañistas pese a las advertencias y reactivó las alertas sobre la seguridad en la costa canaria.
Una jornada que debía ser de descanso terminó en tragedia en la costa oeste de Tenerife, donde una ola de gran fuerza arrastró a varios bañistas que se encontraban en la piscina natural de Isla Cangrejo, en la zona de Los Gigantes, municipio de Santiago del Teide. El fenómeno, registrado en la tarde del domingo, dejó cuatro personas fallecidas y al menos un desaparecido, según confirmaron las autoridades locales. La zona llevaba varios días cerrada al público debido al fuerte oleaje que afectaba al litoral, una restricción que algunos visitantes desoyeron ingresando igualmente al recinto.
La emergencia se desencadenó alrededor de las 16:00, cuando una ola de considerable altura superó el muro de protección y golpeó directamente contra quienes se encontraban en la piscina, arrastrándolos mar adentro sin posibilidad de reacción. Equipos de rescate del Cabildo, Salvamento Marítimo y el servicio de emergencias 112 desplegaron de inmediato un operativo que incluyó motos acuáticas, embarcaciones y un helicóptero. En pocas horas lograron recuperar los cuerpos de tres personas: un hombre de 35 años, una mujer de 55, y un tercer varón cuya identidad no había sido difundida en un primer momento. Una cuarta víctima, una mujer que había sido rescatada en parada cardiorrespiratoria, falleció posteriormente en un centro hospitalario durante la madrugada del lunes.
Las tareas de búsqueda continuaron durante horas para intentar localizar a la quinta persona desaparecida, aunque las condiciones del mar complicaron los esfuerzos de los rescatistas. La intensidad del oleaje, que ya había motivado la prealerta por fenómenos costeros desde el 3 de diciembre, era conocida por las autoridades, que habían colocado señalización y vallado en el acceso a la piscina natural. Pese a ello, turistas y visitantes accedieron igualmente al lugar, una conducta que el alcalde de Santiago del Teide, Emilio Navarro, lamentó profundamente, subrayando la dificultad de hacer cumplir los cierres preventivos frente a la insistencia de quienes buscan fotografías o un baño en un sitio altamente vulnerable ante el mar de fondo.
El episodio se suma a una sucesión de incidentes que en las últimas semanas han afectado al litoral canario debido a condiciones marítimas adversas, dejando un saldo de muertos y heridos en distintos puntos de Tenerife. Las autoridades insisten en la necesidad de extremar precauciones y respetar las advertencias oficiales, especialmente en zonas de piscinas naturales y charcos que suelen ser muy concurridos por turistas. La combinación de mar de fondo, corrientes repentinas y estructuras costeras expuestas convierte estos enclaves en puntos de alto riesgo cuando el oleaje se intensifica, algo que en esta ocasión volvió a quedar trágicamente demostrado.
La conmoción en la comunidad local es profunda, tanto por la magnitud del suceso como por el hecho de que se produjo en un lugar que, pese a su popularidad, había sido debidamente clausurado por seguridad. Mientras continúa la búsqueda del desaparecido, el Ayuntamiento de Santiago del Teide y el Gobierno de Canarias preparan un informe técnico para revisar los protocolos de cierre y señalización, con el objetivo de evitar que una tragedia similar vuelva a repetirse.