AstraZeneca retira su vacuna contra el COVID-19 a nivel mundial tras revelarse riesgos de trombosis

La farmacéutica AstraZeneca ha tomado una decisión drástica en medio del escrutinio global sobre la seguridad de su vacuna contra el COVID-19. Tras admitir que su dosis podría desencadenar efectos secundarios preocupantes, como la trombosis, la empresa ha anunciado la retirada de su vacuna a nivel mundial.

El anuncio llega después de una intensa investigación sobre los posibles riesgos asociados con la vacuna de AstraZeneca. Estudios recientes han revelado la conexión entre la vacuna y la trombosis, una condición grave que involucra la formación de coágulos sanguíneos. Este hallazgo ha generado un clima de incertidumbre en torno a la seguridad de la vacuna, lo que finalmente ha llevado a AstraZeneca a tomar la difícil decisión de retirarla del mercado global.

La Unión Europea fue una de las primeras en poner fin a la comercialización de esta vacuna, y Argentina, donde se aplicaron millones de dosis en colaboración con socios locales, también se ve afectada por esta medida. La vacuna de AstraZeneca, basada en un adenovirus de chimpancé, había sido una pieza clave en la estrategia de vacunación de muchos países, pero los riesgos asociados ahora han llevado a su eliminación.

A pesar de la retirada, AstraZeneca ha defendido la eficacia de su vacuna y ha destacado su papel en la lucha contra la pandemia. Sin embargo, la decisión de retirarla del mercado subraya la prioridad de garantizar la seguridad de los pacientes.

En Argentina, la vacuna de AstraZeneca fue la que registró el mayor número de efectos adversos graves, con la trombosis como uno de los principales problemas identificados. Esta situación ha generado preocupación entre los ciudadanos y ha planteado interrogantes sobre la gestión de la campaña de vacunación en el país.