América Latina y el Caribe: Un llamado a la acción en el Día Mundial del Sida

Lo más preocupante es que el número de nuevas infecciones entre poblaciones clave, como homosexuales, personas que ejercen el trabajo sexual, personas trans, usuarios de drogas y personas en prisión, es significativamente más alto que entre la población en general. Este panorama exige una respuesta urgente y coordinada.

El Día Mundial del Sida de este año se presenta como un llamado a la acción para empoderar y apoyar a las comunidades afectadas por el VIH. Se reconoce que estas comunidades desempeñan un papel crucial en la lucha contra la propagación del virus. #Queliderenlascomunidades

Las organizaciones comunitarias están en la primera línea de respuesta, implementando estrategias innovadoras, como la distribución de auto pruebas, la inclusión de la PrEP en el primer nivel de atención y en centros comunitarios, y la vinculación inmediata para el tratamiento, con el objetivo de lograr una carga viral indetectable, lo que impide la transmisión del virus.

La clave para poner fin al sida radica en empoderar a estas comunidades para que desarrollen sus propias estrategias y lleguen a las personas que más necesitan acceso a estas innovaciones.

Uruguay, aunque mantiene un patrón epidemiológico con prevalencias en la población general menores al 1%, y mayores al 5% en poblaciones específicas, demuestra que la eliminación del sida es posible. Según las últimas proyecciones de 2022, se estima que en Uruguay viven alrededor de 15,000 personas con VIH, de las cuales el 95.1% conoce su estado serológico.

Sin embargo, el camino hacia la eliminación del sida en la Región de las Américas requiere un enfoque inclusivo y equitativo. Se necesita un entorno normativo propicio que facilite el papel de las comunidades en la prestación de servicios para el VIH, garantizando que la salud sea un derecho para todos.