Celebridades
Tensión en José Ignacio: los Tinelli se refugian entre denuncias, amenazas y movimientos financieros.
Marcelo Tinelli atraviesa un complejo cuadro familiar y económico desde su residencia en Maldonado, mientras se investiga la amenaza a su hija Juana.
El balneario más exclusivo del Uruguay se ha convertido en escenario de una trama que mezcla miedo, escándalo y maniobras económicas. La familia del conductor argentino Marcelo Tinelli decidió refugiarse en su propiedad de José Ignacio, tras la denuncia por amenazas que realizó su hija Juana, un episodio que ahora tiene derivaciones judiciales y empresariales a ambos lados del Río de la Plata.
Juana Tinelli denunció haber recibido una llamada anónima con amenazas de muerte que involucraban a todo el clan familiar. Como consecuencia, la joven recibió un botón antipánico, y el entorno del conductor reforzó las medidas de seguridad en la mansión de José Ignacio, un complejo de más de cinco hectáreas con acceso privado al mar donde los Tinelli graban parte de su reality familiar.
Mientras tanto, Marcelo Tinelli rompió el silencio a través de redes sociales, admitiendo estar “angustiado y devastado” por las críticas públicas y el miedo que atraviesa su familia. “Estamos todos amenazados”, declaró, reclamando que la justicia argentina intervenga para garantizar la seguridad de sus hijos.
En paralelo, el conductor impulsa una operación inmobiliaria estratégica: la venta de su lujosa residencia en José Ignacio, valuada en varios millones de dólares, con el objetivo de evitar embargos y reorganizar sus finanzas. Según la información que obtuvimos la transacción involucra cuentas en Uruguay, Suiza y República Dominicana, y estaría vinculada a deudas garantizadas por la propiedad, estimadas en torno a los 12 millones de dólares.
La investigación por la amenaza, en tanto, dio un giro inesperado cuando trascendió que el nombre del empresario Gustavo Scaglione, recientemente convertido en nuevo dueño de Telefe, fue mencionado en la denuncia como presunto responsable de la llamada intimidatoria. Scaglione negó toda vinculación y anunció acciones legales contra Tinelli por difamación, en el marco de una disputa previa por cuestiones económicas y mediáticas.
Por el momento, no existen pruebas judiciales que confirmen esa relación, aunque la fiscalía mantiene abierta la investigación y se esperan los resultados de las pericias telefónicas.
José Ignacio, refugio habitual de artistas y empresarios, se transformó en el epicentro de la vida del conductor en los últimos meses. Allí, lejos de Buenos Aires, Tinelli busca resguardar a su familia y contener el impacto mediático del conflicto. Sin embargo, la mansión que representa su refugio también es ahora parte de la tormenta: símbolo de su éxito y al mismo tiempo eje de una compleja estrategia financiera.
La crisis de los Tinelli combina elementos policiales, económicos y mediáticos. La investigación sobre las amenazas avanza mientras el conductor intenta sostener su imagen pública y evitar la pérdida de activos. En el centro, José Ignacio -con sus playas, silencio y lujo- aparece como el escenario donde se cruzan las luces del espectáculo con las sombras de un conflicto que sigue escalando.
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