Fútbol

Nacional venció a Peñarol en el segundo clásico del año: Dirigentes tricolores ya hablan de aciertos en el Mercado de Pases

Dicen que los períodos de pases son clave para la definición de un campeonato. Y si bien el mercado sigue abierto, anoche dejó en claro dónde están parados Peñarol y Nacional.

Sin lugar a dudas el categórico triunfo tricolor 2-0 ante el carbonero por la Copa Ildo Maneiro de la Serie Río de la Plata dejó en evidencia que hasta el momento, el equipo de Álvaro Recoba está muchísimo más y mejor armado que el de Diego Aguirre, quien en la previa al encuentro dejó en claro su descontento y en diálogo con Star+ dijo: “Estamos rezagados”.

Más tarde habló la cancha y esa frase de la Fiera quedó en evidencia por completo.

Nacional ganó el clásico de punta a punta, fue superior en todos los aspectos del juego tanto física, mental y futbolísticamente.

Además, aprovechó los groseros errores defensivos de un Peñarol que si no refuerza la floja zaga que hoy tiene, tendrá una temporada con demasiados dolores de cabeza. Leo Coelho y Maximiliano Olivera no logran afianzarse y los laterales no destacan ni a la hora de defender ni a la hora de atacar.

Lo cierto es que con ese panorama y con un Mauricio Pereyra en modo crack, Nacional abrió la cuenta a los 14’. El 10 tricolor hizo una gran jugada y habilitó a Ruben Bentancourt, quien enganchó de afuera hacia adentro en el área y definió notable para el 1-0.

Golpe bajo a una inestable defensa de Peñarol que a los 30’ volvió a fallar. Olivera la dejó corta y Gonzalo Carneiro, a pura potencia, dejó por el camino a Guillermo de Amores y definió para poner las cosas 2-0.

Sin reacción, Peñarol deambuló en la cancha. Mientras los zagueros no paraban de fallar, los atacantes carecían de ideas y en ese clima, el tricolor estaba cómodo y manejaba un partido que tuvo para liquidar porque en cada situación en la que se aproximó al área aurinegra, generó peligro, pero no logró anotar más.

En el complemento, Aguirre metió mano en el equipo y a pesar del buen ingreso de Leo Fernández y de los destellos de calidad de Gastón Ramírez, quien exigió a Luis Mejía con un soberbio zapatazo, el carbonero no pudo acortar distancias que en el marcador pudieron haber sido mayores de no ser por el mal arbitraje.

Es que Javier Feres no sancionó dos claros penales a favor de Nacional —uno de Maxi Olivera sobre Lucas Sanabria y otro por mano en el área de Javier Méndez— y además, no tomó buenas decisiones a la hora de sancionar faltas y mostrar tarjetas.   

Para conocer más sobre el tema, escuche el siguiente audio: