NOSTALGIA
Messi visitó el Camp Nou en secreto y emocionó al mundo con su mensaje: "Ojalá algún día pueda volver".
En un acto inesperado y profundamente emotivo, Lionel Messi regresó al Camp Nou por primera vez desde su salida del FC Barcelona en 2021. Lo hizo en silencio, sin anuncios previos ni presencia institucional, y lo contó él mismo a través de sus redes sociales con un mensaje que conmovió a millones.
“Anoche volví a un lugar que extraño con el alma… Ojalá algún día pueda volver, y no solo para despedirme como jugador, como nunca pude hacerlo…”, escribió al astro argentino en su cuenta de Instagram tras fotografiarse en el Camp Nou.
La visita tuvo lugar el domingo por la noche, tras liderar la clasificación de Inter Miami a las semifinales de la MLS.
Antes de viajar a Alicante para reunirse con la selección argentina, Messi hizo una parada fugaz en Barcelona, donde pidió permiso para ingresar al estadio. Según fuentes del club consultadas por ESPN, ni siquiera la directiva tenía conocimiento previo de su llegada.
Una vez autorizado, fue acompañado por personal de seguridad y recorrió tanto las afueras como el césped del mítico estadio, ahora en remodelación bajo el nombre de Spotify Camp Nou.
En sus fotos compartidas en Instagram, se lo ve caminando sobre el campo, mirando las gradas vacías, como quien vuelve a casa después de una larga ausencia.
Una despedida pendiente
El adiós de Messi del Barça en 2021 fue traumático: una ruptura administrativa que impidió una despedida digna de su legado. A pesar de haber marcado más de 670 goles, ganado 35 títulos y convertirse en el símbolo máximo del club, no pudo decir adiós ante su gente.
El presidente Joan Laporta ya había expresado días atrás su deseo de homenajearlo cuando el nuevo estadio esté listo: "Sería hermoso inaugurar el Camp Nou con 105.000 personas rindiéndole homenaje. Me encantaría que sucediera si sigo siendo presidente", afirmó.
Un gesto simbólico
Esta visita, aunque breve y privada, puede leerse como un primer paso hacia la reconciliación entre el ídolo y la institución. No fue un acto oficial, pero sí profundamente simbólico. Messi eligió volver no como rival, ni como invitado protocolar, sino como alguien que aún siente que ese césped es parte de su historia.
Y tal vez, como él mismo sugirió, esta no sea la última vez.