AMISTOSO INTERNACIONAL

La celeste tropezó en Francia pero mira con esperanza hacia Estados Unidos

Uruguay cayó 2-1 ante Costa de Marfil en el último amistoso previo a la Copa América, demostrando garra pero quedándose corto ante el campeón africano.

En Lens, Uruguay enfrentó a Costa de Marfil en lo que se esperaba fuera un ajuste final antes de la Copa América.

Aunque el resultado no favoreció a la Celeste, el encuentro dejó valiosas lecciones para Marcelo Bielsa y sus muchachos.

La noche arrancó cuesta arriba para la selección compatriota con un gol en contra de Mathías Olivera a los 9 minutos, un revés tempranero que puso a prueba la fortaleza del equipo.

El empate llegó de la mano de Federico Viñas en el minuto 76, con una asistencia impecable de Agustín Canobbio que nos dio un destello de esperanza en el campo de juego.

Sin embargo, la alegría fue por poco rato, ya que Costa de Marfil, con un cabezazo de Doue Guela tras un córner, selló el triunfo a los 84 minutos.

Este partido amistoso sirvió como preparación técnica y estratégica, y también como un termómetro emocional, enfrentando a Uruguay con la realidad de su juego y lo que necesita mejorar.

Las actuaciones de De Arrascaeta y Canobbio, quienes entraron en el segundo tiempo, fueron puntos altos, ofreciendo mayor profundidad y creatividad al ataque uruguayo.

A pesar de la derrota, el mensaje es claro: hay trabajo por hacer, también hay materia prima con la que trabajar.

La Celeste se prepara ahora para su próximo desafío, la Copa América 2024, con la mira puesta en ajustar esos detalles que marcan la diferencia entre una buena participación y otra estrella.