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Infiltrado y Escándalo: hincha irrumpe en cancha para increpar a Jadson Viera durante goleada de Boston River.

En el marco de la fecha 13 del Torneo Clausura, Boston River vapuleó 4-0 a Miramar Misiones ya descendido. El momento clave ocurrió cerca del minuto 39, cuando un hombre irrumpió en el campo para confrontar al entrenador Jadson Viera generando una interrupción momentánea del duelo.

Ayer domingo 26 de octubre por la tarde, en el estadio Parque Palermo (Montevideo), Boston River imprimió su superioridad y se adjudicó un contundente triunfo 4-0 frente a Miramar Misiones, equipo que ya había sufrido matemáticamente la pérdida de categoría.

La goleada quedó sellada en poco más de media hora, reflejando la profunda crisis del club de Villa Dolores.

Sin embargo, más allá del resultado abultado, el foco del partido se trasladó hacia una escena insólita: al minuto 39’ del primer tiempo, un individuo vestido con pantalón gris y remera negra irrumpió en la cancha.

El hombre accedió al césped por un sector detrás del arco (ligado al complejo de fútbol 5 del club vecino) y caminó visiblemente alterado hacia el banco de suplentes del equipo local.

Su rumbo estaba fijo: confrontar directamente al DT de Boston River, Jadson Viera. La intervención fue inmediata.

El árbitro Javier Feres frenó momentáneamente el partido mientras efectivos de la Policía de Montevideo se acercaban para escoltar al intruso fuera del recinto.

Algunos presentes afirmaron que el hombre había consumido alcohol y que su motivación podría estar relacionada con la frustración de ser hincha de Miramar Misiones, y el dolor por el descenso y la goleada.

Desde la tribuna, algunos simpatizantes de Miramar lo alentaban con gritos hacia Viera: “¡Pónelo, Jadson!”, mientras el sujeto avanzaba de manera tambaleante, señalando con el dedo y pronunciando frases ininteligibles.

Una vez retirado el hombre, el encuentro pudo reanudarse sin mayores contratiempos.

La victoria de Boston River no sólo refuerza su posición en la tabla del Clausura, sino que también expone las fragilidades de Miramar Misiones, que cayó ante el hecho objetivo de haber perdido la categoría y ante una presión emocional colectiva difícil de contener.

La jornada quedará marcada, no por los goles únicamente, sino por la tensión latente que se apoderó del Parque Palermo.

La seguridad del estadio y los protocolos de ingreso vuelven a ponerse bajo escrutinio: el acceso del individuo al campo de juego demuestra una fisura en la contención en un momento de alta carga emotiva para la hinchada local.

El Club, la Policía y el organigrama del torneo deberán evaluar medidas para prevenir reiteraciones. Imágenes: virales.