CIENTÍFICOS PREOCUPADOS

Centaur: la inteligencia artificial que simula decisiones humanas con precisión inquietante

Un estudio publicado en Nature presenta a Centaur, una inteligencia artificial capaz de predecir decisiones humanas con base en millones de datos psicológicos. Aunque algunos celebran el avance, otros cuestionan si simular elecciones basta para afirmar que una IA realmente “piensa”.

Una nueva inteligencia artificial llamada Centaur está despertando tanto entusiasmo como escepticismo en el mundo científico. Se trata de un sistema que combina el modelo LLaMA de Meta con millones de datos recopilados en experimentos psicológicos, y que, según sus creadores, es capaz de anticipar cómo actuaría una persona en distintas situaciones. El hallazgo fue publicado en la prestigiosa revista Nature.

Centaur fue entrenada con una base de datos que incluye 10 millones de decisiones tomadas por 60.000 personas en 160 estudios de comportamiento humano. Su principal objetivo es replicar los procesos de decisión que realizaría un ser humano ante distintos estímulos formulados en lenguaje natural. Este avance permitiría ejecutar experimentos “in silico”, es decir, dentro de un chip, lo que resulta especialmente útil en estudios con menores o personas con condiciones de salud mental.

Los científicos que desarrollaron Centaur celebran que el sistema muestra representaciones internas similares a los patrones neuronales humanos, lo que sugiere una forma de procesamiento de información más cercana al funcionamiento cerebral que otras IA previas. Además, el modelo logró replicar con alta fidelidad decisiones humanas incluso en casos que no formaban parte del conjunto de entrenamiento original.

Sin embargo, las críticas no tardaron en aparecer. Investigadores como Jeffrey Bowers, de la Universidad de Bristol, advierten que si bien Centaur imita resultados, sus procesos son fundamentalmente diferentes al pensamiento humano. Destaca que puede recordar 256 dígitos, una hazaña imposible para el cerebro promedio, y que sus tiempos de respuesta son “sobrehumanos”. Para Bowers y otros expertos, esto pone en duda la autenticidad de su “pensamiento”.

Otro aspecto cuestionado es la escala de la base de datos utilizada: aunque masiva, sigue siendo limitada frente a la complejidad del cerebro humano y sus innumerables variables. También se plantea que el modelo sigue siendo una forma de simulación, no de conciencia, por lo que hablar de pensamiento resulta, al menos por ahora, prematuro.

Los creadores de Centaur admiten que aún hay mucho por descubrir, pero sostienen que el sistema representa un paso significativo hacia la comprensión y modelado computacional del comportamiento humano. Nuestros resultados demuestran que es posible descubrir modelos computacionales que capturen el comportamiento humano en una amplia gama de dominios”, afirman en el estudio.“

La discusión está lejos de cerrarse. ¿Estamos ante una herramienta revolucionaria para la ciencia cognitiva o frente a una ilusión de inteligencia que aún no alcanza la complejidad humana? Por ahora, Centaur se instala en el centro del debate sobre los límites de la inteligencia artificial.