Yamandú Orsi reafirma la venia de Ache y descarta dar marcha atrás pese a la polémica

El presidente Yamandú Orsi ratificó la decisión de mantener la venia de Carolina Ache como embajadora uruguaya en Portugal, a pesar de la creciente presión política y del rechazo explícito del Partido Colorado (PC), al que Ache perteneció.

La designación, anunciada la semana pasada por el canciller Mario Lubetkin, generó fricciones no solo con el PC, sino también dentro de la coalición opositora, particularmente con el Partido Nacional, por el nombramiento de Beatriz Argimón como embajadora ante la Unesco.

“Daremos marcha atrás si existieran elementos que generaran que tomáramos esa decisión. Hasta ahora no ha habido ningún cambio, los argumentos no nos empujan a decidir en contrario”, dijo Orsi este viernes durante una conferencia en el departamento de Río Negro, asegurando que la decisión se mantiene firme.

Orsi defendió el espíritu de amplitud con que, asegura, se está construyendo la política exterior: “Nuestra idea siempre es la de generar espacios para que todos los partidos con experiencia en gestión puedan aportar”, explicó. A su entender, no hay elementos de peso que invaliden la designación de Ache, quien se desempeñó como vicecanciller en el actual período de gobierno.

No obstante, el Partido Colorado rechazó categóricamente el procedimiento que llevó a su designación. En un comunicado emitido por su Comité Ejecutivo Nacional (CEN), señalaron que el nombramiento se hizo de forma inconsulta, sin diálogo previo con la fuerza política a la que pertenecía Ache, y que ello contradice la idea de una política exterior de Estado. Si bien el partido aclaró que su crítica no es personal contra Ache, a quien consideran una figura respetable, consideraron "inaceptable" la forma en que se concretó su postulación.

“El gobierno debe abstenerse de presentar la venia en el Parlamento”, sostuvo el PC, y advirtió que avalar ese tipo de decisiones “sería convalidar una forma de proceder que contradice los principios de diálogo y construcción colectiva”.

Este nuevo episodio reaviva el debate sobre cómo se definen las designaciones diplomáticas y el grado de consenso necesario en la conducción de la política exterior. Para el gobierno, la prioridad es avanzar en una representación plural del país en el exterior; para la oposición, el método con el que se toman esas decisiones es tan importante como el perfil de los designados.

Por ahora, Orsi no cede, y la venia de Carolina Ache sigue su curso hacia el Parlamento, donde el escenario se presenta dividido y con negociaciones a la vista.