Redada internacional
Detienen en Dubái a “La Maldad”: mano derecha de Marset.
Las autoridades de Emiratos Árabes capturaron a José Fernando Estigarribia Cristaldo, alias "La Maldad", exasistente fiscal y colaborador clave del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset. Se tramita su posible extradición a Paraguay.
En un nuevo avance contra el crimen organizado, las autoridades de Emiratos Árabes Unidos detuvieron en Dubái a José Fernando Estigarribia Cristaldo, más conocido como “La Maldad”, considerado uno de los principales operadores del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset.
Estigarribia, quien fue asistente fiscal en Paraguay hasta 2017, había abandonado su cargo justo antes de enfrentar un sumario. Desde entonces, según investigaciones judiciales, se convirtió en una pieza clave dentro de la estructura criminal que rodea a Marset.
Se lo vincula como administrador de fondos, testaferro y custodio de la esposa del narco, Gianina García Troche.
La detención fue confirmada por el Jefe de Interpol Paraguay, quien indicó que ya se iniciaron los trámites para su posible extradición.
Aún no se ha aclarado si la captura se produjo en el marco de un operativo o si se entregó por voluntad propia.
La situación de Estigarribia se inscribe en el contexto del Operativo A Ultranza Py, la mayor operación antidrogas realizada en Paraguay, que busca desmantelar redes de lavado de activos y narcotráfico transnacional.
Se sospecha que “La Maldad” utilizó su experiencia en el ámbito judicial y sus contactos en la policía para favorecer y encubrir las actividades de Marset.
Las autoridades paraguayas solicitaron el envío de una misión de seguridad que pueda acompañar su traslado.
Si se concreta la extradición, Estigarribia deberá enfrentar cargos que podrían aportar nueva información sobre el funcionamiento interno de la organización criminal.
Con esta detención, se profundiza la ofensiva regional contra una de las redes delictivas más complejas del Cono Sur, y se renuevan las esperanzas de avanzar en la localización de Marset, aún prófugo desde su fuga tras el asesinato del fiscal Marcelo Pecci.
Este golpe judicial representa una nueva pieza en el rompecabezas del narcotráfico en la región y un paso firme en la cooperación internacional para combatir estos delitos.