DUROS RECLAMOS
Vecinos de la zona rural de ruta 39 critican organización del Rally del Atlántico y a las autoridades por perjuicios y falta de avisos
Cortes no avisados y daños en propiedades generan malestar en comunidades rurales de la ruta 39. "Las autoridades brillan por su ausencia", señalan: "Exigimos más respeto por el campo"
Vecinos de varios parajes a lo largo de la Ruta 39, entre ellos Las Cañas, Paso de López, Sierra de Las Cañas y Cerro Catedral, manifestaron su indignación tras la realización del Rally del Atlántico.
La falta de información previa sobre las etapas y horarios de la competencia ocasionó importantes demoras y perjuicios a los productores locales, quienes denunciaron daños en propiedades y dificultades para desarrollar sus actividades cotidianas.
Según testimonios recopilados por Cadena del Mar, algunos vecinos expresaron su molestia por el impacto que dejó el evento en la región. Uno de ellos relató: “En el 58 de la ruta 39, hicieron pedazo todo, araron los caminos que estaban muy bien. Sabemos que en pocos días los viene a arreglar, pero es cansador que todos los años tengamos que aguantar esta carrera que a nosotros no nos deja nada. Aquí en el 58 dejaron el tendal de postes caídos y alambres cortados por autos de carrera que se fueron del camino y rompieron todo. Sabemos también que vienen y pagan después, pero mientras tanto, tenés que andar moviendo los animales porque si no terminan todos en la calle porque los alambres los dejaron todos rotos”.
Otro punto de conflicto fue la ausencia de comunicación con los habitantes de la zona. Una vecina expresó con indignación: “Jamás nos han reunido para hablar antes de estas carreras, es una falta de respeto a los vecinos que vivimos todo el año aquí, trabajamos y mantenemos nuestras tierras y animales, pagamos todos los impuestos y aparecen estos, y nos cierran los caminos, nos tenemos que quedar a prepo dentro de nuestros campos o chacras porque los señores tienen que correr; que se dejen de molestar. Nosotros no vamos a la ciudad a cortarles las calles para correr con caballos y a romperles sus cosas; esto es muy cansador ya”.
Los residentes también denunciaron que no hubo campañas informativas ni avisos públicos en los medios locales que les permitieran prepararse ante los cortes de caminos. Aseguraron que estos eventos se organizan cada año sin tener en cuenta las necesidades ni los derechos de quienes habitan y trabajan en la zona rural.
El malestar de los vecinos se suma a los daños materiales que ocasionaron los vehículos de la competencia, afectando la infraestructura vial y los cercos perimetrales de varias propiedades.
Si bien reconocen que los organizadores suelen reparar y compensar los daños posteriormente, insisten en que este tipo de situaciones generan un perjuicio recurrente que podría evitarse con mayor planificación y respeto hacia las comunidades rurales.