INCERTIDUMBRE
Autoridades nacionales y operadores turísticos de Maldonado, siguen con preocupación la devaluación del peso argentino
La diferencia cambiaria con Argentina, muy favorable para los uruguayos, sigue siendo motivo de análisis y al mismo tiempo de expectativa para la próxima temporada de verano.
A medida que pasan los días y el peso argentino pierde valor frente al dólar, se sigue con preocupación cómo será el comportamiento de los turistas que año a año visitan los balnearios de Maldonado.
Algunos observadores -con mucha experiencia en el mercado turístico- ven con preocupación la realidad de la economía argentina, debido al incesante alza en los precios al consumo, que califican de -al menos hasta hoy- como una suerte de pre-hiperinflación.
Eso, sumado al costo de los servicios en materia de turismo como hotelería, gastronomía, combustibles, peajes, vuelos, alquileres temporarios y esparcimiento.
Con esta realidad, el ministro de Turismo, Tabaré Viera expresó que se impone una política agresiva de promoción en Brasil, para atraer visitantes de ese país. Pero el tema no parece de fácil solución, debido a que también para los brasileños, Argentina está muy barata y lo demuestra la enorme cantidad de norteños visitando los fines de semana, tanto Buenos Aires como Córdoba, Mendoza, Neuquén y Bariloche.
Mientras esto sucede, también hay intranquilidad en operadores de Mar del Plata, donde el alquiler de una carpa en una playa ronda los 750 mil pesos argentinos, pagando al contado. Si se hace en tres o cuatro cuotas, el precio varía, llegando al millón de pesos.
Y no termina aquí el problema. Es que ya se piensa que en el país vecino, la inflación seguirá aumentando a límites insospechados, repercutiendo en el poder adquisitivo de quienes quieran vacacionar en Punta del Este, La Barra, Manantiales, José Ignacio, Piriápolis o el litoral uruguayo.
Un panorama más claro acerca de lo que se espera en la economía argentina, se conocerá después de las elecciones generales.
Por el momento, todo es expectativa, rumores y especulación.
Lo cierto es que, el mercado turístico para el Uruguay y en especial para los balnearios maldonadenses, se está transformando en una verdadera caja de Pandora.