Relaciones exteriores

Uruguay presente: Rodrigo Paz asumió la Presidencia de Bolivia y promete una nueva era de apertura.

La ceremonia contó con la presencia de Javier Milei, Gabriel Boric y Yamandú Orsi, en un gesto de respaldo regional.

El líder centrista Rodrigo Paz Pereira tomó posesión este sábado como nuevo presidente de Bolivia, poniendo fin a casi veinte años de dominio político del Movimiento al Socialismo (MAS). En un acto solemne celebrado en La Paz, Paz juró el cargo ante la Asamblea Legislativa y miles de ciudadanos, marcando el inicio de un gobierno que busca reconciliar al país y proyectarlo nuevamente al escenario internacional.

Durante su discurso de investidura, el mandatario de 58 años declaró que Bolivia inicia “una etapa de unidad, trabajo y esperanza”, y subrayó su rechazo a los extremos ideológicos: “Nunca más una Bolivia encerrada en sí misma ni sometida a ideologías fracasadas”, afirmó, al tiempo que defendió la necesidad de fortalecer los lazos con el mundo.

La ceremonia estuvo acompañada por una notable delegación internacional. Los presidentes Gabriel Boric (Chile), Javier Milei (Argentina) y Yamandú Orsi (Uruguay) asistieron al acto, junto a representantes de Estados Unidos y otros países de la región, en un gesto que refleja el interés diplomático por el rumbo que tomará el nuevo gobierno boliviano.

Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), ha reiterado que su prioridad será reconstruir la economía y recuperar relaciones exteriores deterioradas, en particular con Washington, cuya embajada fue expulsada en 2008. Su administración, dijo, promoverá un modelo de “capitalismo inclusivo” que combine inversión privada y justicia social.

La jornada comenzó con una misa en la Catedral Metropolitana y prosiguió con actos protocolares en la plaza Murillo, donde recibió el bastón de mando de las Fuerzas Armadas. El nuevo jefe de Estado asume el cargo en un contexto económico complejo y con la promesa de impulsar reformas para estabilizar el país.

Rodrigo Paz fue elegido en la segunda vuelta del 19 de octubre, al obtener el 54,96 % de los votos, resultado que consolidó el cambio político más profundo en Bolivia en casi dos décadas. Su llegada al poder abre un capítulo inédito en la historia reciente del país, con la promesa de reconciliación y apertura hacia el mundo.