SITUACIÓN COMPLEJA
Tesla en crisis: se desploman las ventas, Elon Musk retoma el control y la competencia gana terreno
La salida de altos ejecutivos, incluido Omead Afshar, deja a Elon Musk al mando directo de las operaciones comerciales en Occidente, mientras el gigante automotor enfrenta pérdidas, fuga de talentos y el avance sostenido de sus rivales en el sector eléctrico.
La tormenta que atraviesa Tesla no da tregua. A la estrepitosa caída en las ventas se suman despidos en la cúpula ejecutiva y un creciente retroceso frente a la competencia china y europea. El más reciente sacudón en la empresa fue la salida de Omead Afshar, uno de los colaboradores más cercanos a Elon Musk, quien hasta ahora lideraba las operaciones de manufactura y ventas en América del Norte y Europa.
Según fuentes de CNBC y The Wall Street Journal, Musk tomó personalmente la decisión de despedir a Afshar, en una maniobra que evidencia el creciente descontrol interno y la necesidad del magnate de intervenir directamente en un momento delicado. Musk ahora retoma la supervisión directa del área comercial en los dos principales mercados occidentales, mientras que Tom Zhu, vicepresidente sénior de automoción, vuelve a concentrarse en Asia, donde la competencia se ha tornado especialmente agresiva.
El primer trimestre del año fue devastador para Tesla: sus ventas globales de vehículos nuevos cayeron un 13% y el beneficio neto se desplomó un 71%. En Europa, el retroceso es aún más pronunciado. Datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) muestran una baja cercana al 30% en mayo y cinco meses consecutivos en rojo. Reino Unido, Dinamarca, Países Bajos y Suecia encabezan la caída.
La imagen pública de Tesla también sufre. Las posturas políticas de Musk, incluyendo su respaldo al partido de extrema derecha AfD en Alemania y a Donald Trump en Estados Unidos, han generado un fuerte rechazo, especialmente en mercados donde la sensibilidad social y ambiental es un factor de peso en las decisiones de compra.
La fuga de talentos ejecutivos se amplifica. Además de Afshar, abandonaron la empresa Milan Kovac —quien encabezaba el proyecto del robot humanoide Optimus— y Jenna Ferrua, directora de recursos humanos para América del Norte. Las salidas ocurren en medio de versiones de malestar interno, presión por resultados y reestructuraciones abruptas.
La cotización de Tesla también lo refleja: en lo que va de 2025, sus acciones han caído un 19%, muy por debajo del promedio del Nasdaq. Analistas de JPMorgan advierten que las entregas del segundo trimestre podrían caer un 19% respecto al año anterior, consolidando la tendencia negativa.
En paralelo, rivales como BYD, NIO y XPeng en China, y marcas tradicionales como Volkswagen o Renault en Europa, continúan ganando terreno gracias a una oferta más diversificada, con modelos híbridos y una estrategia de precios más competitiva.
Tesla, en cambio, enfrenta una gama envejecida, con escasas novedades tras el Cybertruck y sin propuestas en el segmento híbrido. El plan más ambicioso, el Robo taxi, todavía está en fase piloto en Austin, Texas, y genera dudas sobre su viabilidad a corto plazo.
La figura de Omead Afshar simboliza el auge y caída de la era Musk. Hijo de inmigrantes iraníes, egresado de la Universidad de California en Ingeniería Biomédica, llegó a Tesla en 2017 y se convirtió en su sombra más cercana. Lideró la construcción de la Gigafactory de Texas —una de las mayores del mundo—, trabajó en SpaceX y participó en la adquisición de Twitter (hoy X). Su salida, luego de haber sido investigado por una compra irregular de vidrio para un proyecto personal de Musk, marca el fin de un ciclo.
La estructura de mando en Tesla sigue en revisión. Musk, Zhu, Sagar, Shawhan y Jones son los nombres clave en esta nueva etapa, pero los analistas dudan de que esta configuración sea estable. En el fondo, lo que está en juego es el liderazgo global de Tesla en el mercado eléctrico, hoy amenazado como nunca.