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Investigación contra X: Elon Musk se niega a colaborar y denuncia ataque a la libertad de expresión

El magnate Elon Musk rechazó brindar información en el marco de una investigación federal estadounidense y otra francesa, sobre la red social X. Asegura que el proceso tiene motivaciones políticas y representan amenazas.

Elon Musk, dueño de la red social X (antes Twitter), anunció que no cooperará con una investigación impulsada por autoridades estadounidenses y también francesas, que busca determinar si la plataforma ha incumplido con normas sobre moderación de contenido y desinformación.

El empresario sostiene que se trata de un intento del gobierno por censurar ideas incómodas y silenciar voces disidentes.

La libertad de expresión está bajo ataque”, escribió Musk hace pocas horas en su perfil personal en X.

Negarse a colaborar con una investigación que criminaliza el pensamiento libre es una cuestión de principios, no de estrategia legal”.

La investigación, liderada por la Comisión Federal de Comercio (FTC), examina el manejo que X ha hecho de contenidos sensibles, especialmente desde que Musk adquirió la plataforma en 2022.

Según trascendidos, el foco está puesto en la eliminación de sistemas de moderación, el despido de equipos encargados de seguridad digital y la posible proliferación de discursos de odio o desinformación.

Desde la FTC no han emitido comentarios oficiales sobre la decisión de Musk, pero fuentes cercanas al caso aseguran que el rechazo a colaborar podría derivar en sanciones o acciones legales.

En tanto, organizaciones defensoras de los derechos digitales están divididas: mientras algunas critican la postura de Musk como una maniobra para evitar el escrutinio, otras respaldan su denuncia sobre posibles excesos del poder.

No es la primera vez que el magnate sudafricano se enfrenta a entes reguladores.

Desde que tomó el control de X, ha promovido una política de “tolerancia amplia” al contenido, amparándose en el principio de libertad de expresión.

Esa visión lo ha enfrentado a gobiernos, anunciantes y usuarios preocupados por la desinformación y el discurso de odio.

Por ahora, la disputa suma un nuevo capítulo a la tensa relación entre Musk y los entes reguladores, mientras crece el debate global sobre hasta dónde llega la libertad de expresión en el entorno digital.