Complicado

Desafíos del amor y la procreación en China: Madres intervienen en búsqueda de esposos para sus hijas

En China, las madres toman el timón en la búsqueda de parejas para sus hijas, desafiando las expectativas sociales en medio de la crisis de natalidad.

En medio de la aguda crisis de natalidad en China, las madres asumen un papel activo en la búsqueda de parejas para sus hijas, enfrentándose a la presión social y las expectativas tradicionales. Chen, una joven de unos 20 años, ha experimentado más de 20 citas a ciegas, todas organizadas por su madre.

Sin embargo, Chen enfrenta un desafío significativo: su decisión de no querer tener hijos, una condición que muchos hombres parecen incapaces de aceptar. "Tener hijos es muy agotador y no me gustan los niños", afirma Chen. "Pero es imposible encontrar a un hombre que no quiera tener hijos. Para un hombre, no tener hijos... Es como matarlo".

A pesar de las numerosas citas infructuosas, la presión para casarse no ha disminuido, especialmente en un momento en que las tasas de matrimonio y natalidad en China están en declive. El Partido Comunista Chino busca revertir esta tendencia, ya que el año pasado la población disminuyó por primera vez en 60 años y la tasa de fertilidad alcanzó un mínimo histórico.

El discurso reciente del líder del país, Xi Jinping, sobre la necesidad de fortalecer la cultura del matrimonio y la procreación refleja la creciente preocupación. Sin embargo, los esfuerzos de los funcionarios chinos para incentivar el matrimonio y la formación de familias se encuentran con desafíos, ya que los jóvenes buscan opciones más allá de las expectativas tradicionales.

La población china de solteros parece dividirse en dos grupos incompatibles: mujeres urbanas y hombres rurales. Mientras que los hombres rurales luchan contra las expectativas económicas y el alto costo de la novia, las mujeres urbanas se enfrentan a la brecha entre sus visiones del matrimonio y las expectativas sociales.

A pesar de los intentos del gobierno de ofrecer "incentivos" para el matrimonio, como recompensas monetarias a parejas jóvenes, muchos consideran que estas medidas son superficiales y no abordan las preocupaciones fundamentales de la juventud china. La desigualdad de género en las responsabilidades familiares y las cambiantes expectativas de la generación más joven son desafíos que persisten, a pesar de los esfuerzos del Partido.

Los jóvenes chinos expresan su descontento y resistencia a las presiones sociales con un eslogan popularizado durante el confinamiento por la pandemia en Shanghái: "Somos la última generación". Este sentimiento refleja la percepción de que las autoridades no comprenden completamente sus desafíos y elecciones en un mundo en constante cambio.