ASIA

Caos en Nepal por suspensión de redes sociales: políticos huyen en helicópteros mientras protestas juveniles incendian Katmandú.

En el país del sur de Asia (Nepal) ubicado entre India y China, la prohibición de redes sociales desató una ola de protestas lideradas por la Generación Z, que culminó en la renuncia del Primer Ministro K.P. Sharma Oli y la evacuación de cientos de políticos en helicópteros ante el asalto de manifestantes a edificios gubernamentales.

Una crisis política sin precedentes sacude a Nepal, un país montañoso del sur de Asia, situado al norte de India y al sur de China, con una población de aproximadamente 30 millones de habitantes.

Lo que comenzó como una reacción a la prohibición de 26 plataformas de redes sociales el 4 de septiembre de 2025, impuesta por el gobierno del Primer Ministro K.P. Sharma Oli, se convirtió en un levantamiento masivo liderado por jóvenes de la Generación Z, indignados por la corrupción, el nepotismo y la falta de oportunidades.

El lunes 8 de septiembre, decenas de miles de manifestantes rodearon el Parlamento en Katmandú, enfrentándose a las fuerzas de seguridad, que respondieron con gases lacrimógenos, balas de goma y, según Amnistía Internacional, munición real, dejando al menos 19 muertos y más de 300 heridos.

La situación escaló este martes 9, cuando multitudes irrumpieron en el Parlamento, incendiando el edificio principal, el complejo gubernamental de Singha Durbar y las residencias de varios líderes políticos, incluyendo las del propio Oli, el ex Primer Ministro Pushpa Kamal Dahal y el líder del Congreso Nepalí, Sher Bahadur Deuba.

Un hecho especialmente trágico fue el incendio de la casa del exPrimer Ministro Jhalanath Khanal, donde su esposa falleció por quemaduras graves.

En medio del caos, el ejército nepalés, apoyado por helicópteros indianos HAL Dhruv, evacuó a más de 300 autoridades, entre ministros y parlamentarios, desde el complejo de Bhaisepati y otras zonas asediadas.

Los manifestantes, en un intento por evitar la fuga de los políticos, bloquearon parcialmente el Aeropuerto Internacional de Tribhuvan, lo que llevó a su cierre temporal.

A pesar de estas medidas, la violencia no cedió, y el toque de queda impuesto en Katmandú fue ignorado por los manifestantes.

Este martes, Oli, líder del Partido Comunista de Nepal (UML), anunció su renuncia, marcando el fin de su cuarto mandato, en un intento por calmar la crisis.

Aunque el gobierno levantó la prohibición de redes sociales el mismo día, las protestas persisten, alimentadas por un descontento más profundo contra la corrupción y una economía que, con un desempleo juvenil superior al 20%, empuja a miles de jóvenes a emigrar diariamente.

La Unión Europea y Amnistía Internacional han condenado la violencia y exigido investigaciones independientes sobre el uso de fuerza letal.

Mientras tanto, Nepal, un país conocido por el Monte Everest y su rica diversidad cultural, permanece en un estado de alta inestabilidad, con los ojos del mundo puestos en cómo evolucionará esta revuelta juvenil que ha desafiado a la élite política de esta nación del sur de Asia.