MUERTE DE FRANCISCO
Así será el protocolo del Vaticano tras la muerte del Papa Francisco
El Vaticano activó el renovado “Ordo Exsequiarum Romani Pontificis”, el conjunto de normas que rige el funeral de un Papa y el proceso de elección de su sucesor. El documento fue actualizado por el propio Francisco en 2024 con un enfoque más sobrio y pastoral.
Con el fallecimiento del Papa Francisco este 21 de abril, el Vaticano ha puesto en marcha un protocolo milenario, actualizado recientemente por el propio pontífice. En noviembre de 2024, Francisco aprobó una nueva edición del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, que redefine varios aspectos del rito funerario papal con un enfoque más sobrio y centrado en la fe en Cristo resucitado.
Uno de los cambios más simbólicos es la eliminación del antiguo ritual de verificación de muerte, que consistía en golpear la frente del Papa con un pequeño martillo de plata mientras se pronunciaba su nombre de bautismo tres veces. A partir de ahora, la confirmación del fallecimiento se realiza en la capilla privada del Palacio Apostólico de manera más discreta.
Posteriormente, el cuerpo del Papa será colocado en un féretro de madera con interior de zinc, dejando atrás la antigua práctica de los tres ataúdes. Ya no habrá velatorio privado: el cuerpo será llevado directamente a la Basílica de San Pedro, donde quedará expuesto al público en un ataúd abierto, sin báculo ni catafalco.
La misa exequial se celebrará en la Plaza de San Pedro, presidida por el decano del Colegio Cardenalicio. En ella se evitarán títulos de poder, refiriéndose al difunto como “Obispo de Roma” o “Pastor”. Finalizada la ceremonia, el ataúd será llevado al lugar de sepultura elegido por Francisco: la Basílica de Santa María la Mayor, en lugar de las grutas vaticanas donde descansan la mayoría de sus predecesores.
Tras el entierro, comienza el período de Sede Vacante, durante el cual el camarlengo —actualmente el cardenal Kevin Farrell— administra los asuntos ordinarios del Vaticano. El Colegio de Cardenales se reunirá para preparar el cónclave, en el que se elegirá al nuevo Papa. Esta votación secreta se lleva a cabo en la Capilla Sixtina y requiere una mayoría de dos tercios.
La señal tradicional de que un nuevo Papa ha sido elegido es la fumata blanca, que anuncia al mundo con alegría el “Habemus Papam”. El nuevo pontífice será presentado desde el Balcón Central de la Basílica de San Pedro.
El nuevo Papa recibirá tres símbolos: la sotana blanca, la férula pastoral y el anillo del pescador, este último diseñado exclusivamente para cada pontífice y símbolo de su misión como "pescador de hombres". Tras la muerte de un Papa, ese anillo es destruido, marcando formalmente el fin de su pontificado.
El protocolo, revestido de siglos de historia, combina solemnidad con espiritualidad y busca ofrecer al pueblo de Dios un camino de continuidad, oración y esperanza.