¿Finanzas ajenas?
Deuda externa argentina (nuevo récord): USD 305.043 millones. ¿Qué implica para Uruguay?
Argentina llega a fines del segundo trimestre de este año 2025 con una deuda externa bruta récord de 305.043 millones de dólares, según datos del INDEC. Ese monto representa un incremento de 23.783 millones de dólares respecto al trimestre anterior, impulsado principalmente por nuevos préstamos del FMI y otros organismos multilaterales.
La nación hermana, Argentina, enfrenta un nuevo salto en el endeudamiento que se explica, en su mayor parte, por los préstamos contraídos por el Gobierno argentino: unos 18.480 millones de dólares nuevos durante este período.
Además, la deuda de empresas no financieras y hogares aumentó en 2.435 millones, la del Banco Central en 2.380 millones, y la de las entidades financieras que captan depósitos ascendió en 559 millones.
En cuanto al tipo de valuación, la deuda externa medida a valor de mercado (y no simplemente nominal) para el mes de junio ascendía a 284.905 millones de dólares, lo que implica un aumento de 24.669 millones desde el trimestre anterior.
Comparado interanualmente, ese valor de mercado creció 36.527 millones respecto a junio de 2024.
Durante la gestión del Presidente Javier Milei, que asumió en diciembre de 2023, la deuda nominal externa acumuló un aumento de 19.092 millones de dólares.
¿Qué componentes pesan más?
Del total de la deuda del Estado, 96.763 millones de dólares corresponden a préstamos, mientras que 70.799 millones tienen forma de títulos de deuda a valor nominal.
No obstante, una parte de esos bonos presentan una valuación de mercado menor, por lo que su valor real puede considerarse inferior frente al nominal.
De los acreedores, la deuda con el FMI merece especial atención: para fines del segundo trimestre, ascendía a 55.170 millones de dólares, tras una inyección de 13.994 millones de préstamos nuevos en ese periodo.
En el conjunto del endeudamiento externo, los organismos multilaterales contribuían con un volumen mayor, registrando un crecimiento de 16.014 millones de dólares en ese trimestre, frente a un incremento de 2.424 millones proveniente de acreedores privados.
Implicancias y riesgos: reflexiones uruguayas.
Aunque el caso sea argentino, para Uruguay el crecimiento sostenido de la deuda externa de un país vecino resulta relevante por varias razones:
Primero, porque la estabilidad macroeconómica de Argentina afecta el comercio regional, las inversiones y el flujo de capitales, cuestiones que repercuten también en nuestro país.
Segundo, porque la creciente dependencia de organismos internacionales para financiar desequilibrios obliga a renegociaciones, restricciones fiscales y ajustes que pueden generar contagios de políticas.
Tercero, porque en el largo plazo esa dinámica constituye una advertencia: la deuda puede crecer más rápido que el crecimiento económico, erosionando la capacidad de pago y la confianza externa.
En Argentina, el récord alcanzado revela que el gobierno actual ha priorizado financiamiento externo en lugar de ajustar internamente, lo que podría generar tensiones fiscales futuras y presión sobre el tipo de cambio, las tasas de interés y las reservas internacionales.
Para Uruguay, es una oportunidad para reflexionar sobre nuestra propia deuda, los límites del endeudamiento y la necesidad de diversificar las fuentes de crecimiento sin depender excesivamente del financiamiento externo.