DESCUBRIMIENTOS

La música como terapia: un aliado para la salud.

Estudios recientes han demostrado que escuchar música puede reducir el dolor, la ansiedad y el consumo de opioides en pacientes postquirúrgicos, además de estabilizar la frecuencia cardíaca, favoreciendo una recuperación más rápida y segura

La ciencia ha confirmado lo que se intuía desde hace años: la música no solo es arte, sino también una herramienta terapéutica

Los efectos de la música en el cerebro han sido objeto de múltiples investigaciones. Se ha comprobado que las melodías pueden activar circuitos neuronales que evocan emociones y recuerdos, lo que influye en la percepción del dolor y el estado anímico.

La Sociedad Americana de Cirugía analizó más de 3500 casos y concluyó que la música tiene un impacto positivo en la recuperación de los pacientes tras una operación.

Además del ámbito quirúrgico, la música también se ha estudiado en relación con la demencia. Investigaciones han demostrado que la musicoterapia puede mejorar el estado de ánimo y el comportamiento de los pacientes, incluso en etapas avanzadas de la enfermedad.

Los expertos sugieren incluir actividades musicales en residencias de ancianos para estimular la memoria y reforzar conexiones neuronales.

La reducción del estrés es otro de los beneficios clave de la música. Escucharla antes y después de una cirugía ayuda a disminuir la ansiedad y estabilizar el ritmo cardíaco, lo que contribuye a una mejor recuperación. A diferencia de otras terapias como la meditación, la musicoterapia es una opción accesible y sin barreras para la mayoría de los pacientes

Si bien aún se necesitan más estudios para comprender completamente su alcance, la evidencia sugiere que la música podría ser una herramienta complementaria en distintos tratamientos médicos. Más allá del placer estético, la ciencia está revelando su poder para mejorar la salud y el bienestar de las personas.