Iniciativa parlamentaria
Diputado Jisdonian: Crueldad animal y violencia en el deporte.
El Diputado Nacionaista Pedro Jisdonián impulsa un proyecto de ley para sancionar penalmente el maltrato animal, mientras también lidera una cruzada para erradicar la violencia en escenarios deportivos. La sociedad exige cambios, y la política comienza a responder.
El horror que sacudió a Paysandú tras el brutal asesinato de una perra ha reavivado el debate sobre la necesidad de leyes más estrictas contra el maltrato animal en Uruguay. La indignación ciudadana, expresada en manifestaciones como la realizada en la Plaza San Fernando de Maldonado, ha encontrado eco en el ámbito legislativo.
El Diputado Nacionalista Pedro Jisdonián ha retomado una propuesta que busca establecer sanciones penales claras para quienes cometan actos de crueldad contra animales.
El legislador explicó que el texto legal, originalmente presentado en una legislatura anterior, fue reactivado en febrero y se viene discutiendo en la Comisión de Bienestar Animal. Sin embargo, aclaró que esta no es una normativa sobre tenencia o cuidado responsable, sino un instrumento para castigar con penas reales a los autores de hechos aberrantes. “Hay una demanda social que no puede ser ignorada”, sostuvo Jisdonián.
El proyecto ha sido bien recibido por distintas bancadas y colectivos de defensa animal. Instituciones como el Colegio de Abogados y Organizaciones Animalistas están aportando insumos técnicos para enriquecer la propuesta.
La intención, según el Diputado, no es protagonismo político, sino responder a una necesidad urgente de la población.
En paralelo, Jisdonián, quien Preside la Comisión de Deportes este año, también impulsa medidas para frenar la violencia en el ámbito deportivo.
El legislador recordó que un proyecto aprobado en Diputados no logró pasar en el Senado por presiones de algunos clubes, preocupados por posibles sanciones económicas derivadas de clausuras de estadios.
Ante el aumento de incidentes en eventos deportivos, Jisdonián defiende la vuelta de la policía a los recintos como una medida disuasiva, al tiempo que propone quitar a los clubes la responsabilidad exclusiva sobre las cámaras de vigilancia y las listas de acceso restringido.
“No se trata solo de leyes, sino de devolverle seguridad y disfrute al deporte, especialmente pensando en las nuevas generaciones”, expresó con preocupación.
El mensaje es claro: la violencia, venga de donde venga, necesita respuestas contundentes. Y aunque los caminos legislativos suelen ser lentos, cuando hay voluntad política y presión social, los cambios son posibles.