Filicidio y Suicidio
Caso Morosini: había intentado ahorcarse el padre que asesinó a sus hijos de 2 y 6 años que aparecieron sumergidos en el auto
Andrés Morosini alias "Tito", con antecedentes de violencia y un intento de suicidio previo, secuestró a Alfonsina (2) y Francisco (6), evadió un operativo policial y terminó arrojándose con ellos a un arroyo en Río Negro. ¿Qué más se conoce sobre este aberrante y desolador caso?
El horror estremece a Uruguay por su dramatismo y los antecedentes que lo rodean.
El padre de Alfonsina (2) y Francisco (6), Andrés Morosini, había intentado quitarse la vida tiempo atrás en un stud del hipódromo local, tal como lo informó Cadena del Mar este viernes y confirmó nuestro colega Eduardo Barreneche para El País, en la jornada de este sábado.
Sus compañeros lograron salvarlo en aquella ocasión. Sin embargo, este viernes 5 de septiembre la confirmación del desenlace fue trágica: el hombre terminó asesinando a sus hijos y suicidándose.
La mañana del miércoles 3, Morosini salió de su trabajo en Dolores tras suspenderse la jornada por un paro parcial del SUNCA.
Al volante de su auto rojo, regresó a Mercedes, donde vive su expareja, Micaela Ramos -madre de los niños-, a tan solo dos casas de la suya.
Allí, intimidó a la mujer y se llevó por la fuerza a los dos niños.
La denuncia activó de inmediato un operativo policial en Soriano, Río Negro y Paysandú, con cierres de ruta y más de 300 efectivos desplegados.
Sin embargo, Morosini consiguió evadir el cerco inicial.
Las cámaras de peaje lo ubicaron avanzando hacia la ruta 20, rumbo a un paraje que conocía bien: el arroyo Don Esteban, donde tiempo atrás había trabajado en la construcción del puente.
La búsqueda se intensificó al día siguiente.
Una huella de vehículo en un camino de tierra llevó a los agentes hasta la orilla del arroyo.
Allí, buzos de la Armada hallaron el auto hundido a unos cinco metros de profundidad, con los tres cuerpos en su interior: el padre en el asiento delantero del conductor y los niños en el trasero.
La fiscal, Dra. Paula Goyeni confirmó lo ocurrido como un doble homicidio seguido de suicidio, enmarcado en un caso de violencia vicaria: el ataque a los hijos como forma extrema de dañar a la madre.
El trasfondo era preocupante:
El lunes 1° de septiembre, Ramos había denunciado a Morosini por violencia doméstica, lo que derivó en una orden de restricción que le impedía acercarse a ella, pero no a los niños.
No se dispuso tobillera electrónica.
El hombre pudo haber planificado el crimen antes de que avanzaran las medidas judiciales.
El caso reabre el debate sobre las limitaciones en los mecanismos de protección frente a la violencia de género y la necesidad de reforzar las medidas para prevenir episodios de violencia vicaria, una de las expresiones más brutales de este fenómeno; añadiendo la situación delicada de salud mental, que se evidencia día a día en nuestra sociedad.
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