AMBIENTE
UPM impulsa estudio Metabarcoding: la “huella genética” que revela la biodiversidad uruguaya.
La empresa finlandesa UPM-Kymmene Corporation, conocida habitualmente como UPM, en colaboración con el Instituto Clemente Estable y la Universidad de la República, aplicó por primera vez el metabarcoding en el Área Protegida Esteros y Algarrobales del Río Uruguay, identificando 57 especies de peces, 11 de anfibios y 88 de macroinvertebrados, incluyendo dos nuevas para el país.
Este lunes 22 de septiembre, UPM Uruguay publicó los resultados de un proyecto pionero que utilizó metabarcoding, una técnica de ADN ambiental, para mapear la biodiversidad en el Área Protegida Esteros y Algarrobales del Río Uruguay, parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP).
Liderado por la Dra. Mariana Cosse, el estudio empleó secuencias de ADN de agua y suelo como “códigos de barras biológicos” para identificar especies sin capturas invasivas, sumándose a una red global que cuenta con más de 12 millones de secuencias de 350.000 especies, propuesta por Paul Hebert en 2003.
El metabarcoding, desarrollado hace más de 20 años y aplicado por primera vez en una zona protegida uruguaya, amplifica y secuencia fragmentos de ADN ambiental para compararlos con bases de datos de referencia.
En colaboración con el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE), la Universidad de la República y el Museo Nacional de Historia Natural, el equipo generó nuevas secuencias locales, llenando vacíos en el catálogo genético global y validando la técnica como herramienta eficiente y no invasiva para el monitoreo ambiental.
Los resultados destacaron una rica diversidad: 57 especies de peces (elevando el total a 72, el 25% de la ictiofauna potencial del Río Uruguay), incluyendo Phalloceros mimbi, nueva para la ciencia y publicada recientemente; 11 especies de anfibios, con Scinax nasicus como novedad para el área; y 88 unidades taxonómicas de macroinvertebrados, con 58 géneros y 10 especies, enfatizando la abundancia de moluscos gasterópodos prioritarios para la conservación.
Estos hallazgos fortalecen el conocimiento de la biodiversidad en el SNAP y aportan a la biblioteca genética uruguaya.
El proyecto, según Iván Grela, coordinador de Biodiversidad de UPM, enriquece las bases de datos de ADN de referencia, amplía el inventario de especies y posiciona a Uruguay como líder en biomonitoreo.
Más allá de la conservación, el metabarcoding tiene aplicaciones en certificación de alimentos (como la autenticidad de miel o pastos para ganado) y detección de contaminantes, promoviendo un uso sostenible de la biodiversidad que beneficia la producción y el comercio en un mundo enfocado en la sostenibilidad.