SANAS PRÁCTICAS
Curiosa tradición de “patos Jeep”: una tendencia global llegó a Uruguay.
La práctica de intercambiar pequeños patos de goma entre conductores de vehículos Jeep, conocida mundialmente como Jeep Ducking, comenzó en Canadá y hoy se expande por América Latina. En Uruguay, la costumbre ya aparece en rutas y balnearios, donde propietarios de la marca adoptan el gesto como símbolo de camaradería.
Una costumbre simple, se volvió viral en el mundo Jeep.
Lo que comenzó como un gesto espontáneo durante la pandemia terminó transformándose en una de las tradiciones más llamativas del ambiente automotor.
El Jeep Ducking -o simplemente “ducking”- consiste en que los propietarios de vehículos Jeep dejan un pato de goma sobre otro Jeep que se cruza en el estacionamiento o en la vía pública.

El objetivo es sorprender al conductor, generar una sonrisa y fortalecer un sentido de comunidad.
La historia oficial señala que la costumbre nació en Ontario, Canadá, en 2020, cuando una conductora decidió dejar un pequeño pato amarillo sobre otro Jeep con una nota amistosa.
El gesto fue fotografiado, subido a redes y rápidamente replicado en Estados Unidos, Europa y Oceanía.
Con el paso del tiempo, los patos comenzaron a personalizarse: los hay de colores fluorescentes, con banderas, gorras, temáticos de superhéroes o incluso producidos por clubes Jeep locales.
En algunos países, los aficionados llevan cajas llenas de patitos para sus viajes, listos para “duckear” cada Jeep que encuentren.
La tendencia aterriza en Uruguay:
En el último año, la moda empezó a verse también en Uruguay, especialmente en Punta del Este, Piriápolis, Ciudad de la Costa y Montevideo, donde la presencia de vehículos Jeep es notoria.
Varios grupos aficionados han comentado en redes que recibieron o dejaron su primer pato, sumándose a un juego que combina sorpresa, humor y compañerismo.
Consultados por Cadena del Mar, propietarios locales señalan que la tradición tiene un costado afectivo: “No es sólo un juguete, es un reconocimiento entre personas que comparten la misma pasión. Te alegra el día”, comentó una conductora del departamento Maldonado que recibió su primer pato en un estacionamiento de La Barra.
Un fenómeno sin reglamento, pero con espíritu claro:
Aunque no existe una “norma oficial”, la práctica sigue algunas reglas tácitas.
El pato debe colocarse con cuidado sobre el vehículo o en la manija.
Puede incluir una breve nota o el usuario de redes del “ducker”.
No se pide nada a cambio; el gesto es totalmente desinteresado.
El conductor que recibe el pato puede conservarlo, coleccionarlo o pasarlo a otro Jeep.
En países como Estados Unidos ya existen eventos, competencias y mapas colaborativos que registran dónde se producen los intercambios.
En Uruguay, la tendencia todavía es incipiente, pero crece impulsada por la viralización en redes y el turismo internacional, especialmente en temporada estival.
Un símbolo de cordialidad en tiempos de tránsito tenso:
En una época en la que el tráfico vehicular suele estar asociado a estrés y discusiones, el Jeep Ducking propone un contrapunto simpático. Y aunque no todos los vehículos pueden participar -la tradición está centrada exclusivamente en la marca Jeep-, la presencia de estos pequeños patos de goma ya se volvió parte del paisaje urbano y costero.
Para muchos, no se trata sólo de un pasatiempo: es una manera distinta de generar conexión entre desconocidos, incluso en medio del tránsito.
Créditos imagenes: VSS
Creativo: Valentino S.