Pan de Azúcar
Michela: "En las últimas semanas, vivimos: Tiroteos, pedreas y picadas constantes"
En un esfuerzo por abordar la creciente preocupación por la seguridad en la ciudad de Pan de Azúcar, Michela, una residente del lugar, compartió sus experiencias en una entrevista en "La Mañana en Cadena".
Durante las últimas semanas, la ciudad había estado experimentando una ola de inseguridad, incluyendo pedradas en algunos barrios, disparos y temas con motos.
La situación de inseguridad era evidente, especialmente con la aparición de carreras ilegales de motos, seguidas de robos de autos.
Michela, quien previamente había organizado una movilización junto a otros vecinos en la plaza de Pan de Azúcar, explicó que "aunque los eventos habían disminuido desde la última protesta, la presencia policial y los esfuerzos de la intendencia seguían siendo fundamentales".
Durante la entrevista, Michela destacó un incidente en el que los residentes se vieron acosados por la arrojada de piedras a sus hogares.
La comunidad se vio afectada, especialmente los niños, que no podían jugar en sus patios debido al peligro. La situación llegó a un punto en el que la policía, incluyendo agentes de la unidad republicana, investigó incansablemente para identificar a los responsables de los ataques.
"Eran las 19 o 20 y empezaban a tirar piedras, rompían ventanas, lastimaban personas. No podías sacar los niños al patio porque los apedreaban".
"Tanto estuvieron todos los días que dejaron de tirar".
Además de las carreras ilegales de motos, la comunidad también estaba lidiando con la presencia de jóvenes que realizaban maniobras peligrosas en las calles y parques locales. Para combatir esto, se habían implementado puntos de control por parte de la intendencia y la policía.
En la avenida principal, se juntan motos para hacer picadas, incluyendo autos, asimismo, "en el parque, donde uno va con la familia y los niños, de repente vas entrando y una moto va atrás".
El relato de Michela se volvió aún más inquietante cuando compartió un incidente reciente en el que un vecino encontró a un joven drogado en su patio, quien había roto la cerca y tenía objetos robados. Aunque se llamó a la policía, el móvil estaba ocupado y el Comisario tuvo que acudir en su vehículo personal para lidiar con la situación.
"Apareció el Comisario en su auto particular, se fue con una funcionaria y pudieron sacar al muchacho antes que los vecinos le fueran a pegar o hacer algo".
Aclaró que el móvil que estaba dispuesto para esa zona "estaba en otro tema".
La comunidad se mantenía alerta y participativa, manteniéndose informada a través de grupos de WhatsApp y redes sociales. La lucha contra la inseguridad no había terminado, y Michela compartió que se estaban programando reuniones regulares con la policía, incluyendo el Comisario, para discutir estrategias y trabajar juntos en busca de soluciones a largo plazo.
"Es un trabajo de nunca terminar porque siempre aparecen caras nuevas".