Uruguay Natural
Elefante Marino (Maldonado): sorprendió en las playas de nuestro departamento.
El ejemplar, un macho adulto de más de seis metros y unas cuatro toneladas, fue registrado por el guardaparques y fotógrafo Antonio Ripoll en San Francisco (Piriápolis). Los vecinos, fueron testigos de una visita poco común: un elefante marino austral (Mirounga leonina), que apareció descansando en la orilla.
Despertando la curiosidad de los transeúntes y la atención de especialistas en fauna marina, el guardaparques y fotógrafo Antonio Ripoll, logró documentar el momento.
El profesional explicó a los colegas de El País, que se trataba de un macho adulto, algo inusual en la costa uruguaya.
“Podía superar las cuatro toneladas y medía unos seis metros. Permaneció varias horas en la playa antes de volver al mar”, relató.
Según Ripoll, este mismo ejemplar ya había sido avistado en otras zonas del litoral en las últimas tres semanas: Playa Verde, Las Vegas (Canelones), Bella Vista y finalmente San Francisco.
“Un macho adulto en su mejor etapa es rarísimo de ver en Uruguay, la mayoría de los que llegan suelen ser juveniles”, destacó.
La foca más grande del mundo:
El elefante marino es considerado la foca más grande del planeta, y junto con el elefante marino del norte integra las dos especies conocidas como “focas elefante”.
Estos mamíferos pasan cerca del 80% de su vida en el mar, buceando hasta 2.000 metros de profundidad en busca de calamares, congrios o pulpos.
El resto de su tiempo lo emplean en tierra, donde descansan, mudan la piel o se reproducen en colonias de la Patagonia e islas del Atlántico Sur.
En Uruguay suelen observarse pequeños grupos en lugares como Isla de Lobos, Cabo Polonio o Cerro Verde, aunque pueden aparecer en cualquier punto del litoral, incluso en el Río de la Plata.
Recomendaciones para la convivencia:
Ripoll advirtió sobre la importancia de mantener distancia a través de los colegas de El País: “Lo recomendable es no acercarse a menos de 15 metros y, si se baja con perros, que sea siempre con correa”.
El contacto cercano puede provocar que el animal huya de forma brusca al agua, generando un shock térmico potencialmente mortal, además del riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas.
“Son animales que pueden pasar semanas sin alimentarse gracias a sus reservas, pero cualquier estrés innecesario puede afectar su salud”, concluyó el guardaparques, quien insistió en la necesidad de respetar y proteger a estos visitantes ocasionales de nuestras playas.