Se juntan las potencias

Trump y Putin: Cita en Alaska para negociar en secreto una tregua en Ucrania.

La reunión, bajo fuerte seguridad, excluirá a Zelensky y podría allanar el camino a un acuerdo que incluya la anexión rusa de territorios ocupados. Europa ya lanzó advertencias.

El próximo viernes, en la base militar Elmendorf-Richardson, Donald Trump y Vladimir Putin mantendrán su primer encuentro en más de cinco años.

Según pudieron saber colegas internacionales, el objetivo es explorar un armisticio en Ucrania, aunque Moscú exige como condición inamovible quedarse con Donetsk, Luhansk, Kherson, Zaporizhzhia y Crimea.

Fuentes diplomáticas revelan que Steve Witkoff, emisario de Washington, llevó a Trump un memo confidencial con las propuestas del Kremlin.

El Presidente estadounidense, crítico en los últimos días con la negativa de Zelensky, pretende escuchar de boca de Putin su “oferta final”.

La exclusión del líder ucraniano y el tono de las demandas rusas ya provocaron una reacción coordinada de Macron, Starmer, Meloni y Merz, que advierten que no avalarán un acuerdo que implique cesiones territoriales.

Cuando el presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo ruso Vladímir Putin se reúnan en Alaska el viernes, será el capítulo más reciente en la larga historia del 49° Estado de Estados Unidos con Rusia -y con las tensiones internacionales-.

Los comerciantes de pieles siberianos llegaron desde el otro lado del mar de Bering en la primera parte del siglo XVIII, y la huella del asentamiento ruso perdura en Alaska.

La construcción más antigua de Anchorage es una iglesia ortodoxa rusa, y muchos nativos de Alaska tienen apellidos rusos.

Ambos países están sumamente cerca: la isla Diómedes Menor de Alaska, en el estrecho de Bering, está a menos de 5 kilómetros de la Diómedes Mayor de Rusia.