DE PELÍCULA
El robo del siglo en el Louvre: joyas de Napoleón desaparecen en un asalto relámpago
Tres hombres irrumpieron en la Galería de Apolo del Museo del Louvre usando un montacargas y rompieron vitrinas para llevarse nueve joyas de Napoleón y la emperatriz Josefina. Entre las piezas robadas hay un collar, una diadema y un broche. La corona de Eugenia fue hallada rota cerca del museo.
París amaneció hoy con un escándalo que parece salido de una película de acción. En apenas siete minutos, tres ladrones encapuchados irrumpieron en el Museo del Louvre y sustrajeron nueve joyas de la colección imperial de Napoleón y la emperatriz Josefina, provocando el cierre inmediato del recinto más visitado del mundo.
El golpe, ejecutado a las 9:30 de la mañana —antes de la apertura al público—, aprovechó las obras de restauración en la fachada que da al río Sena. Según las primeras investigaciones, los delincuentes llegaron en motocicletas, utilizaron un vehículo montacargas para acceder a la primera planta, rompieron las ventanas con herramientas de corte y se dirigieron directamente a la Galería de Apolo, donde se encontraban las joyas.
El ministro del Interior, Laurent Núñez, confirmó que se trató de un robo “planificado al detalle” y que las piezas sustraídas tienen “un valor histórico y patrimonial incalculable”. Entre las joyas desaparecidas hay un collar, una diadema y un broche, todos pertenecientes al conjunto imperial. Afortunadamente, el diamante Régent, la piedra más valiosa de la colección, no fue robado.
Horas después, la policía encontró en las inmediaciones del museo la corona de la emperatriz Eugenia, dañada tras la huida de los ladrones. Las cámaras de seguridad muestran que dos hombres ingresaron al museo mientras un tercero hacía de vigía en el exterior.
El alcalde de París, Ariel Weil, calificó el hecho como “un guion digno de Arsène Lupin” y expresó su asombro por la facilidad con la que los delincuentes lograron vulnerar la seguridad del Louvre.
El museo fue evacuado completamente para permitir el trabajo de los investigadores, sin que se registraran heridos. El Louvre, que recibe más de ocho millones de visitantes al año, no sufría un robo de tal magnitud desde el histórico hurto de la Mona Lisa en 1911, recuperada dos años después en Italia.
La operación de búsqueda continúa, y las autoridades francesas no descartan que el grupo forme parte de una red internacional dedicada al robo de arte.