SUSTENTABILIDAD

Australia: Innovador sistema de reciclaje de aguas residuales para regar cultivos.

En una iniciativa pionera, el país de Oceanía ha implementado un sistema para reutilizar aguas residuales tratadas en el riego de tierras agrícolas, evitando su vertido en ríos y mares. Este proyecto, ubicado en la región del «Berry Belt» cerca de Brisbane, busca transformar la gestión del recurso hídrico en una de las zonas de mayor crecimiento de la región.

Un proyecto transformador

Tras una década de planificación y una inversión de 120 millones de dólares australianos, las autoridades locales de Moreton Bay, Sunshine Coast y Noosa han desarrollado el sistema de riego Wamuran.

Este proyecto desviará aproximadamente 1.800 millones de litros de aguas residuales tratadas al año, que antes se vertían en el río Caboolture y terminaban en el mar. Ahora, estas corrientes se destinarán al riego de miles de hectáreas de cultivos como piñas, paltos, fresas, frambuesas y turba.

El sistema incluye una tubería de 22 kilómetros que transporta el agua tratada desde la planta de tratamiento de South Caboolture hasta una antigua cantera en Moodlu, reconvertida en un depósito de almacenamiento.

Este enfoque no solo protege los ecosistemas acuáticos, sino que también aprovecha los nutrientes presentes en las aguas residuales, como nitrógeno y fósforo, para fertilizar los cultivos, reduciendo el impacto ambiental de floraciones de algas perjudiciales que afectan a peces y otras especies.

Beneficios para la agricultura y el medio ambiente

El reciclaje de aguas residuales es especialmente relevante en una región propensa a sequías, como lo es esa parte Australia. Este sistema asegura un suministro constante para los agricultores, mejorando la producción y la estabilidad en la oferta de frutas.

Un modelo para el futuro

Inspirado en programas similares en Singapur, el sistema de Wamuran no solo apoya la producción agrícola, una de las principales actividades económicas de la zona, sino que también establece un precedente para la gestión sostenible del agua.

Los expertos predicen que, para 2059, Queensland enfrentará sequías más severas, lo que hará que iniciativas como esta sean esenciales para la agricultura australiana.

Este enfoque innovador demuestra cómo la reutilización de recursos puede beneficiar tanto al medio ambiente como a la economía, ofreciendo una solución viable para los desafíos hídricos del futuro.