ESPAÑA

Antonio Famoso: El hombre que fue encontrado en su casa 15 años después de haber fallecido.

El macabro hallazgo del cadáver momificado de un jubilado en un barrio de Valencia, España, expone una crónica de aislamiento y desamparo en pleno corazón urbano.

La muerte puede pasar inadvertida, incluso en las grandes ciudades donde el bullicio suele ocultar la soledad. En Valencia, el descubrimiento fortuito del cuerpo de Antonio Famoso, un jubilado que llevaba 15 años fallecido sin que nadie lo notara, ha sacudido conciencias y revelado una historia de extremo aislamiento.

El pasado sábado 14 de octubre, bomberos y agentes de la Policía accedieron al último piso de un edificio en el barrio de la Fuensanta para resolver una filtración de agua provocada por las fuertes lluvias.

Lo que encontraron fue algo inesperado: el cuerpo momificado de Antonio, un hombre de 86 años cuya ausencia había pasado desapercibida durante más de una década. Vestido y rodeado de palomas muertas e insectos, su figura se confundía con el entorno insalubre en el que yacía.

El fallecido, originario de Malagón (Ciudad Real), llevaba una vida solitaria desde su separación, hace más de tres décadas. Sin contacto con sus dos hijos ni con su ex mujer, sus días transcurrían entre su casa, el supermercado y algún bar cercano.

Los vecinos, quienes le recuerdan como un hombre reservado pero cordial, suponían que se había mudado a una residencia cuando dejaron de verlo. Nadie denunció su desaparición ni percibió indicios extraños, algo que los investigadores atribuyen a la ventilación constante de una ventana abierta que dispersó los olores.

Aunque acumulaba una deuda de 11.000 euros con la comunidad, un embargo judicial permitió saldarla con sus cuentas bancarias.

Paralelamente, tanto los suministros básicos como su pensión de jubilación siguieron siendo abonados regularmente. Según fuentes policiales, la Seguridad Social continuó transfiriendo el dinero porque en España no es obligatorio presentar una fe de vida para recibir este beneficio.

Las pesquisas realizadas por la Policía Nacional apuntan a una muerte natural, sin signos de violencia en el lugar. Sin embargo, el enigma persiste: ¿cómo pudo pasar tanto tiempo sin que nadie notara la ausencia de Antonio?

El edificio, un inmueble humilde que lucha contra el estigma de marginalidad, guarda ahora una historia que trasciende sus paredes. Rafael, un vecino del piso inferior y quien alertó sobre la filtración, relata que su tía notó una vez un fuerte olor años atrás, pero el episodio fue ignorado.

El buzón de Famoso, con su nombre escrito en una etiqueta amarilla, permaneció intacto, sin señales de correspondencia acumulada ni avisos comerciales.

Esta historia se ha convertido en un símbolo del aislamiento urbano. Invita a reflexionar sobre la soledad silenciosa que puede acechar en cualquier rincón, incluso en medio de comunidades aparentemente conectadas.