NO MIRES ARRIBA

Alerta científica: cometa interestelar 3I/ATLAS es más grande y misterioso de lo previsto.

El astrofísico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, ha encendido una alerta científica al revelar que el cometa interestelar 3I/ATLAS, descubierto en julio de 2025, podría ser mucho más grande y activo de lo que se estimaba inicialmente. Según sus cálculos, basados en datos del Telescopio Espacial James Webb, el núcleo del objeto superaría los cinco kilómetros de diámetro y su masa rondaría las 33 mil millones de toneladas.

El hallazgo reaviva el debate sobre la naturaleza de los cuerpos que atraviesan nuestro sistema solar desde el espacio profundo, y pone al 3I/ATLAS en el centro del interés astronómico mundial.

Un intruso de otro sistema estelar

Detectado por el sistema ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) en Chile, el cometa se desplaza en una órbita hiperbólica a una velocidad asombrosa: cerca de 58 km/s (más de 208.000 km/h), lo que confirma su origen fuera del sistema solar. A finales de octubre, alcanzará su punto más cercano al Sol, entre las órbitas de la Tierra y Marte, antes de continuar su viaje eterno hacia el vacío galáctico.

Su trayectoria única ofrece a los científicos una oportunidad sin precedentes para estudiar de cerca un cuerpo formado en los albores de la Vía Láctea, posiblemente con hasta 10 mil millones de años de antigüedad, como una auténtica cápsula del tiempo interestelar.

Misterios en su brillo y composición

Imágenes de la sonda ExoMars TGO, desde la órbita de Marte, capturaron una coma difusa —la nube de gas y polvo que rodea el núcleo— con un inusual resplandor verdoso, asociado típicamente al monóxido de carbono o dicloro, pero no detectado en cantidades suficientes en los espectros actuales. 

La anomalía, sumada a una eyección de material más intensa de lo esperado, ha generado interrogantes sobre su composición real, dominada aparentemente por hielo de agua y dióxido de carbono.

¿Origen natural o algo más?

Mientras la comunidad científica lo clasifica como un cometa natural, Loeb no descarta otras posibilidades. Recordado por haber sugerido en 2017 que ‘Oumuamua podría tener un origen no natural, ahora plantea que ciertos rasgos del 3I/ATLAS —su brillo irregular, su actividad extrema y su comportamiento químico atípico— merecen un análisis más profundo.

Estamos ante un objeto que desafía nuestras expectativas”, afirmó Loeb. “No afirmo que sea artificial, pero sí que deberíamos mantener la mente abierta ante lo que aún no comprendemos”.

Una ventana al universo

Con observatorios de todo el mundo enfocando sus instrumentos hacia este viajero cósmico, las próximas semanas serán cruciales para determinar su estructura, tamaño exacto y dinámica.

Más allá de los datos técnicos, el paso del 3I/ATLAS revive una pregunta fundamental: ¿qué secretos traen consigo los cuerpos que cruzan el universo durante eones? Y por qué algunos, como este, parecen desafiarnos a repensar lo que creíamos saber.